MINA DIOGENES: Alejandro, en ocasiones las circunstancias mandan sobre...

Buenos días, amigos y amigas de Mina Diógenes. Agradezco las palabras de Pepi y Jovita (hermanas a las que quiero y añoro tanto), de Jose Vinagre y Perico, entre otras personas, animándome a escribir en el foro. Sinceramente, lo agradezco muy de corazón; lo que ocurre es que no escribo con mucha frecuencia, como ayer expliqué, porque ando liado en miles de asuntos. También me siento muy en deuda con todos vosotros y todas vosotras por no haber podido estar en Mina Diógenes el hermoso día de la Romería, acompañando a la bellísima Virgen de las Minas. Os pido perdón a todos por no haberos acompañado; pero es que mi vida no sólo depende de mí, sino de muchísimas circunstancias. La verdad es que os debo a todos mucho amor y muchísimo cariño, poque siempre me habéis tratado con especial delicadeza y una gran ternura, entregándome vuestra amistad desde el primer momento. Y, ahora, me siento muy mal, porque siento en el corazón que os he decepcionado. Me llamaron Jovita, Pepi, Loli, Rafuki, y alguien más para que estuviese en la romería, y, como no pude estar, me sentí muy mal conmigo mismo. Y me sentí mal porque os quiero muchísimo y tengo mucha gratitud para todos los diogeneros, pues me habéis acogido como a un paisano vuestro. Perdonadme, de verdad, por haberos decepcionado. Me hubiera gustado muchísimo estar ese día y os fallé. Mi trabajo cultural en la comarca de los Pedroches es muy amplio y son demasiados pueblos los que me requieren al mismo tiempo. En fin, no es una justificación, pero me gustaría que comprendiérais mi situación laboral y mis especiales circunstancias.
En cuanto, a mis actividades literarias, aún ando muy liado con la promoción de mi nuevo libro "El óxido del cielo" (que, por cierto, está en la librería de Almodóvar del Campo, junto a la iglesia, y no en las de Puertollano) y todos los pueblos de los Pedroches quieren presentarlo cada fin de semana. Así que no paro. Bueno, esta misma noche lo presento en el Salón Polivalente de mi pueblo, Villanueva del Duque. Sobra decir que quedáis todos invitados; aunque entiendo, y comprendo, que las distancias geográficas impiden que nos veamos. Bueno, eso sí es comprensible y yo lo acepto. Lo que me cuesta aceptar -insisto en ello- fue mi dolor por no haberos acompañado en la romería. Os pido perdón por ello y os envío a todos y a todas un fortísimo y entrañable abrazo de vuestro amigo que os quiere, Alejandro López Andrada.

Alejandro, en ocasiones las circunstancias mandan sobre las voluntades, y estoy seguro que éste fue tu caso el día de la Romería de la Virgen de las Minas.
No creo que nadie piense que nos has fallado, es más, en mi caso me siento orgulloso, aunque no te conozca personalmente, de disfrutar de la cercanía y de la amistad de un escritor ilustre, como lo eres tú.
Si Dios y la Virgen de las Minas lo quieren, habrá otras romerías y en ellas espero tener ocasión de conocerte y compartir un rato de charla contigo.
Un abrazo.