Aunque nos vemos, y hablamos por teléfono, con cierta frecuencia cuando voy a Santander, espero la visita familiar a Liébana desde hace unos años. Espero que mi vecina venza el miedo del Desfiladero de la Hermida, todos los días circulan por él miles de personas y no pasa nada que no ocurra en cualquier otro lugar. Se que ahora no puede y en cuanto sea posible lo hará, seguro. Un beso vecina, y un abrazo para Celes.