Hoy sentado la puerta de la casa donde nací, hago un recordatorio de tiempos pasados, y veo pasar en los años setenta y cuando avanzaba la tarde hacia la oscuridad de la noche, primero a los pastores encabezando su rebaño de ovejas y cerrando la caravana la borriquilla.
Luego pasaban los labradores con sus carros de varas o de lanza, tirados por las caballerías.
El silbato del tren se escucha perfectamente, eso quiere decir según los viejos, que muy pronto lloverá
Mañana será otro día, y todos volverán a la rutina.
B+a.
Luego pasaban los labradores con sus carros de varas o de lanza, tirados por las caballerías.
El silbato del tren se escucha perfectamente, eso quiere decir según los viejos, que muy pronto lloverá
Mañana será otro día, y todos volverán a la rutina.
B+a.
Luismi, me alegra ver como disfrutas esos pequeños momentos en tu pueblo. Envidia sana.
Abrazos.
Abrazos.
Muchas gracias Marce.
Cuando pones unos cuantos años atrás en la memoria, siempre afloran esos recuerdos de la niñez.
Y te das cuenta de lo que hemos cambiado, también el entorno, y los medios de trabajo, y los trenes, lo único que no cambia es el recuerdo.
B+a.
Cuando pones unos cuantos años atrás en la memoria, siempre afloran esos recuerdos de la niñez.
Y te das cuenta de lo que hemos cambiado, también el entorno, y los medios de trabajo, y los trenes, lo único que no cambia es el recuerdo.
B+a.
Efectivamente, Luismi. Y aunque añoremos nuestra infancia, personalmente creo que en muchos aspectos se ha avanzado, aunque muchas veces a costa de valores, que antes se tenían en cuenta y hoy nadie respeta.
Un abrazo.
Un abrazo.