MINA DIOGENES: Buenos días Apo. Me lo imaginaba. Mi padre era Poyatos...

Esta es la pista de tenis que la empresa hizo para los hijos de los ingenieros. Nosostros los chavales solíamos saltarnos a echar buenos partidazos con las raquetas de madera que hacíamos en la carpintería de Daniel Rodríguez (con su ayuda siempre) y con las pelotas verdes de los zapatos "Gorila". El guarda "Poyatos" no nos decía nada y se hacía el despistado mientras jugabamos, pero teníamos que poner un vigilante, pues si aparecía algún jefe, la guardia civil o los ingenieros, teníamos que salir corriendo a toda pastilla. Más de un día tuvimos que saltar la valla para que no nos pillaran dentro. ¡Cómo disfrutábamos dentro ¡soñando con ser como Santana o Arilla.
Me he acordado ahora al ver la foto y así os lo cuento. Sería sobre el año 1965.

Bonitos recuerdos, Apolonio, y una excelente memoria para almacenarlos y revivirlos.
Abrazos.

Hola Apo. El guarda "Poyatos" no sería mi padre. No lo creo, al menos no tengo noción de eso. Ni tan siquiera recordaba esta pista. Si recuerdo que estaba al servicio de un ingeniero, creo que francés, para arreglar el jardín y esas cosas. Pero son vagos recuerdos que no llegaron a fijarse por el poco tiempo que estuve en el pueblo, unos cuatro o cinco años creo. Después este ingeniero se trasladó a Asdrúbal, llevó a mi padre con él y mi padre a nosotros. Yo entonces me marché interno al Doncel en Ciudad Real. Un abrazo y bonitos relatos de aquellos tiempos.

PEPE, cierto, no me refería a tu padre y si a otro trabajador del pueblo que hacía de guarda por el día y otras veces por la noche. Este "Poyatos" al que hago referencia, vivía en la calle de Regino, Guada, Mere,... la calle que subía del cine hacia arriba, la calle San Pantaleón. Se casó con una mujer que se llamaba Antonia (de un pueblo de Andalucía). Cuando vinieron del viaje de novios y como se habían casado mayores, los jóvenes del pueblo y algunos casados algo más mayores, le dieron una sonada cencerrada, que fue apoteósica. Creo se llamaba Poyatos de apellido. Era buena persona.

Buenos días Apo. Me lo imaginaba. Mi padre era Poyatos de segundo apellido, pero nunca oí que nadie se dirigiera a él por el mismo. Si por el "mote", "el Niño de la Gatera", Niño por lo bajo que era, y Gatera, porque en Solana, la casa donde viviamos, se cimentaba entre otras cosas sobre una gatera de desagüe de las aguas pluviales. Esta aún existe aunque la casa muy reformada, la compró mi tío Patricio cuando nos marchamos para Puertollano uniéndola a la suya. Un abrazo.