MINA DIOGENES: Apolonio, y tanto que pasábamos miedo en Rivilla con...

Os acordáis cuando se tenia que bajar de Rivilla el cobrador en algunos sitios, porque no se podía seguir por la niebla.

Yo de la Rivilla no, pero unas Navidades que íbamos para Alcaracejos y con Ana muy chiquita me tuve yo que bajar de el coche para guiar a mi marido.
Un beso

Guada y Rafy, habláis de las nieblas de la tierra, pues eso era un poema duro de pasar, cuando las mañanas amanecian sin ver ni gota. Yo también las recuerdo los lunes en la "Rivilla" y el ayudante, un tal Jesús, se tenía que bajar y con una linterna ir haciendo señales al conductor. El susto en el cuerpo duraba un par de días.

Apolonio, y tanto que pasábamos miedo en Rivilla con las nieblas y más con el charco tan grande que teníamos con el Montoro.
Un beso.