Rafy, es una pena con 46 años y un crío pequeño. La vida es así, dura a veces. No merece la pena enfadarse por tonterías, no merece la pena complicarse la vida por gilipolleces y no merece la pena amargarse por cosas sin importancia y que tienen solución... la vida es corta y luego no lo RECUPERAMOS... ¡no da tiempo!
Vivamos tranquilos, con más tolerancia, con más alegría y sin odio ni rencores.
Rafy, esto es un
mensaje para todo el mundo (para mi el primero). Me ha salido del alma. Un abrazo y
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