Bueno, hoy quiero despedirme con un recuerdo para los padres de esas criaturas masacradas por la barbarie asesina en Manchester y para los heridos en el cuerpo y en el alma por este brutal atentado.
Ojala que sus asesinos no encuentren nunca la paz, ni en esta vida ni en la otra, si la hay. El único remedio con esta gente es el que aplicó Escipión el Africano, y no digo más.
Hasta mañana, amigos.
Besotes.
Ojala que sus asesinos no encuentren nunca la paz, ni en esta vida ni en la otra, si la hay. El único remedio con esta gente es el que aplicó Escipión el Africano, y no digo más.
Hasta mañana, amigos.
Besotes.