Bueno y yo pienso, cómo dormíamos en Diógenes sin aire acondicionado, y después de comer cuando nos íbamos a buscar nidos cuando más calor hacia.
Buenos días Guada, yo era uno de los que se iban a buscar nidos y a perseguir a los moginos y a los cabices con el tirador en la mano, jaja qué tiempos, un abrazo
Miguel, a mí no se me daba mal la caza con tirador. Mi mayor hazaña fue arrearle a un palomo en toda la cabeza y unas buenas habichuelas se hicieron con él.
Abrazos.
Abrazos.