Hasta la
noche no empezaba el “Trío Luengo” a actuar. La
fiesta en el
casino estaba asegurada y el
baile terminaba sobre las cinco o seis de la mañana. El día de
SANTA BÁRBARA llegaba su fin. Había que guardar las varas y los brazaletes hasta el próximo año. VIVA SANTA BÁRBARA