En el recorrido no faltaban los vivas a Santa Bárbara de doña María, la maestra, o de Juana de “Tierras”, que con voz fuerte y llena de pasión decían " ¡VIVA SANTA BÁRBARA!". ¿Quién no contestaba ante tal clamor? Todos contestaban
" ¡VIVA!" y así varias veces. El tronar de los cohetes y los barrenos de Alfredo se
hacían eco en todo el pueblo. Francisco, el marido de Mercedes, la del Bulto, tuvo la
mala suerte de que un petardo le explotó en las manos y salió bastante herido.
Llegan a la boca del pozo nº 1. Ahora sí que llega el momento más duro... pues hay
que poner las andas lo más cerca posible y rezar por nuestros mineros. Santa Bárbara
estaba casi en el mismo hueco de la mina. Las lágrimas eran las compañeras de
muchas personas. Las mujeres más visibles, pero a los hombres alguna lagrimilla se
les caían. ¡Cuida de nuestros mineros!, ¡que no le pase nada a mi padre!, ¡protégelos
de lo peor!, eran deseos de todos los que acompañaban a Santa Bárbara. El cura, al
acabar sus rezos, daba por terminado el acto religioso en el pozo. A la vuelta, las
caras iban más alegres y deseando llegar a la iglesia, pues una vez dejada la venerable
imagen en su aposento, los asistentes a la procesión se iban a tomar el vino de honor.
" ¡VIVA!" y así varias veces. El tronar de los cohetes y los barrenos de Alfredo se
hacían eco en todo el pueblo. Francisco, el marido de Mercedes, la del Bulto, tuvo la
mala suerte de que un petardo le explotó en las manos y salió bastante herido.
Llegan a la boca del pozo nº 1. Ahora sí que llega el momento más duro... pues hay
que poner las andas lo más cerca posible y rezar por nuestros mineros. Santa Bárbara
estaba casi en el mismo hueco de la mina. Las lágrimas eran las compañeras de
muchas personas. Las mujeres más visibles, pero a los hombres alguna lagrimilla se
les caían. ¡Cuida de nuestros mineros!, ¡que no le pase nada a mi padre!, ¡protégelos
de lo peor!, eran deseos de todos los que acompañaban a Santa Bárbara. El cura, al
acabar sus rezos, daba por terminado el acto religioso en el pozo. A la vuelta, las
caras iban más alegres y deseando llegar a la iglesia, pues una vez dejada la venerable
imagen en su aposento, los asistentes a la procesión se iban a tomar el vino de honor.
Apolinio, un dia de santabarbara al salir delpozo de sacar lassagua mencontre de frente con la birgen en la boca del pozo, me pegue un buen susto, aloja floreal