Campo de tenis de Mina Diógenes. Montones de veces ante la prohibición de entrar a jugar, nos saltamos la valla y con raquetas de madera y pelotas gorila disfrutábamos un buen rato. El vigilante gritaba la llegada del guarda y a correr se ha dicho. Nunca nos cogieron o no quisieron cogernos
Apo, esas pelotas de goma que nos regalaban cuando nos comprábamos unos zapatos gorila.
Un beso y esperemos vernos el próximo año y podamos celebrar nuestra romería.
Un beso y esperemos vernos el próximo año y podamos celebrar nuestra romería.