Buenos, luminosos y espléndidos días para todos y todas. Hoy el azul se ha subido a mis pupilas y aletea en mis ojos como un pájaro de seda. Deseo que el azul penetre en vuestros corazones, amigos y amigas de Mina de Diógenes, y os haga felices, porque os lo merecéis. A mí el cielo puro y el calor me ponen las pilas, me recargan el alma y ventilan muy suave, despacito, todos los pasillos de mi corazón. Agradezco vuestra amistad y los comentarios positivos sobre el poema inédito que puse anoche en el foro. Gracias amigas Pepi, Jovita y Andrea, y gracias amigo Apolonio, por opinar sobre mis versos. La amistad verdadera es una casa luminosa habitada por los abrazos y las sonrisas. Así, al menos, la veo cuando os siento a todos cerca. Recibid un abrazo sincero de vuestro amigo, Alejandro López Andrada.