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Acabo de llegar del campo; he pasado con unos amigos un día extraordinario en un hermoso paisaje serrano de Villanueva del Duque. Quiero felicitar, antes de nada, a todos los Antonios y Antonias del foro, y, sobre todo, a mi buen amigo Antonio Morón, alias "El Melenas". También quiero felicitar a mi buen amigo Apolonio por el magistral relato que ha narrado en torno al fantasma de Mina Diógenes a finales de los 60. La narración me ha parecido magistral y quiero incorporarla, de algún modo, a la estructura de mi novela; siempre que me dé permiso Apolonio. Por último, quiero decirle a mi buen amigo Manolo Matapollos que me alegra saber que tiene mi libro "El óxido del cielo" en su poder, pues lo ha comprado en Almódovar del Campo; cuando nos veamos, Manolo, te lo dedicaré con muchísimo gusto. Estoy contentísimo de cómo está marchando el libro: aquí, en Córdoba, está siendo el libro más vendido de todos los míos con diferencia, aún más que mi novela. La verdad es que es el libro que más satisfacciones me ha dado de todos los que he escrito hasta ahora, pues dentro de él desnudo muchísimos recuerdos de mi infancia y la gente se siente muy identificada con lo que cuenta la historia. Eso para mí está siendo maravilloso. En fin, sin nada más, os envío un sincero y cálido abrazo, además de muchos muacks, besucos, y bezos, a todos los diogeneros y diogeneras. Os quiere vuestro amigo, Alejandro.
Alejandro, me he divertido con el relato de Apolonio, pero yo creo que sí que había un fantasma. Estaría bien el dicho ese de Galicia sobre la brujas "Haberlas, hailas"... Pues eso