Manola Vinagre, nos tendremos que poner las pilas y contar algunas maldades de las que hacíamos de pequeñas, ya que los jovenes vienen atacando. El otro día con las hermanas Custodio, recordabamos como en la calle jardines no había ni una largatija con rabo. Se los cortábamos, los metiamos en una lata y con un trocito de carburo y con agua (creo) se montaba la fiesta de la espuma! Pero es que contigo Manola era peor, ya que las pinchabamos con un alambre y las llevábamos cual pincho moruno... al pensarlo ahora pienso que yo aqui era mera observadora de estos hechos tan crueles..
A ver quien se acuerda cuando fueron un año un equipo de arqueólogos y nosotros nos pasabamos las horas muertas mirando como trabajaban.
Ahora te toca a ti: CUENTA LO DE LOS ENANITOS Y LO DE LOS HUEVOS!:)
Besitos a toda tu familia. Tere.
A ver quien se acuerda cuando fueron un año un equipo de arqueólogos y nosotros nos pasabamos las horas muertas mirando como trabajaban.
Ahora te toca a ti: CUENTA LO DE LOS ENANITOS Y LO DE LOS HUEVOS!:)
Besitos a toda tu familia. Tere.
Eres una cruel contando las colas que hemos cortado. Pero oye, hay presidentes de EEUU que todavia matan moscas, aunque no sea con el rabo, tolon tolon.
Las de rabo cortado estaban de suerte, porque las convertidas en pincho moruno tenian peor final. Ahora se me ponen los pelos de punta de pensarlo. Mira que teniamos mala intencion.
Lo de los enanitos, era una fiesta cuando iban por nuestro pueblo, a casa de Gregorio para hacer una función de teatro. Mi madre nos tenía prohibido ir a cualquier acontecimiento festivo cuando mi padre estaba trabajando y aquí surgía el problema. La Manola pedía fiesta y la mamá imponía su criterio. conflicto al canto y Manola encerrada en casa hasta que terminaba la función. Al final como soy tan cabezona me he vengado, me he casado con un enanito pa jartarme de reir y todavia sigo de fiesta.
Lo de los huevos para otro día.
Besos
Las de rabo cortado estaban de suerte, porque las convertidas en pincho moruno tenian peor final. Ahora se me ponen los pelos de punta de pensarlo. Mira que teniamos mala intencion.
Lo de los enanitos, era una fiesta cuando iban por nuestro pueblo, a casa de Gregorio para hacer una función de teatro. Mi madre nos tenía prohibido ir a cualquier acontecimiento festivo cuando mi padre estaba trabajando y aquí surgía el problema. La Manola pedía fiesta y la mamá imponía su criterio. conflicto al canto y Manola encerrada en casa hasta que terminaba la función. Al final como soy tan cabezona me he vengado, me he casado con un enanito pa jartarme de reir y todavia sigo de fiesta.
Lo de los huevos para otro día.
Besos
Hola Manola, no me extraña que sigas la fiesta, con el buen humor que tenéis tu marido y tú, jugáis con ventaja.