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Buenos días, diogeneros y diogeneras; hace más de cuatro días que no entraba al foro y he tenido que estar más de una hora leyendo mensajes para cogerle el pulso de nuevo al tema. A ver si no se me olvida nada de lo que quiero decir: en primer lugar, felicitar a mi buena amiga Jovita por el feliz casamiento de su hija y, aunque sea a tiro pasado, le quiero enviar un cálido abrazo y una sincera enhorabuena a ella, a su hija, a su yerno, y a todos los demás de su familia.
En segundo lugar, quiero agradecer el hermoso recuerdo de mi buen amigo Apolonio sobre las lejanas vivencias del 18 de julio en el pantano de Montoro. Me ha encantado la evocación que hace de las familias diogeneras pasando el día a la sombra de una encina y, de cuando en cuando, acercándose a la orilla del agua para darse un refrescante chapuzón. Gracias, amigo Apolonio, por hacerme recordar vivencias muy próximas a mi experiencia personal en los veranos de mi niñez.
Por último, quiero decir que me he reído mucho con la alusión que hacen Rafi, Perico y Morón a mi persona. Agradezco, sinceramente, que os acordéis de mí; pero yo no soy tan sensato ni tan serio como decís. Al menos, yo no me veo de esa forma. Vosotros si sois muy buena gente, y tú Perico, "Ferrán Adriá" de Diógenes, tienes mucha ternura y sabes cocinar con más estilo y gracia que nadie en el mundo. Tú, Rafi, tienes mucha sensibilidad y un punto de gracia que te conecta muy bien con el discuro del Melenas. Antonio Morón, por último, me alegra saber que va mejor lo de tu madre y también marcha muy bien tu pie. Espero que muy pronto estés dando saltos por ahí celebrando el verano. Recibid todos y todas un cálido abrazo de vuestro amigo. Os quiero, Alejandro López Andrada.
En segundo lugar, quiero agradecer el hermoso recuerdo de mi buen amigo Apolonio sobre las lejanas vivencias del 18 de julio en el pantano de Montoro. Me ha encantado la evocación que hace de las familias diogeneras pasando el día a la sombra de una encina y, de cuando en cuando, acercándose a la orilla del agua para darse un refrescante chapuzón. Gracias, amigo Apolonio, por hacerme recordar vivencias muy próximas a mi experiencia personal en los veranos de mi niñez.
Por último, quiero decir que me he reído mucho con la alusión que hacen Rafi, Perico y Morón a mi persona. Agradezco, sinceramente, que os acordéis de mí; pero yo no soy tan sensato ni tan serio como decís. Al menos, yo no me veo de esa forma. Vosotros si sois muy buena gente, y tú Perico, "Ferrán Adriá" de Diógenes, tienes mucha ternura y sabes cocinar con más estilo y gracia que nadie en el mundo. Tú, Rafi, tienes mucha sensibilidad y un punto de gracia que te conecta muy bien con el discuro del Melenas. Antonio Morón, por último, me alegra saber que va mejor lo de tu madre y también marcha muy bien tu pie. Espero que muy pronto estés dando saltos por ahí celebrando el verano. Recibid todos y todas un cálido abrazo de vuestro amigo. Os quiero, Alejandro López Andrada.
