Queridos diogeneros y diogeneras, hacía ya mucho tiempo que no escribía, aunque he seguido entrando en el foro, pues cada día tengo más trabajo cultural y la verdad es que me agobio muchísimo. Ahora, después de releer los mensajes anteriores, entro en esta cálida "casa virtual" de Mina de Diógenes, animado, sobre todo por tres escritos.
Bueno, vayamos por partes: en primer lugar quiero contestar a la amabilísima y entrañable Andrea, a la que no conozco aún personalmente, pero sé que tiene un alma pura y luminosa por lo que adivino en sus escritos. Muchas gracias, amiga, por recordarme y animarme a participar. Y la verdad es que sí, que ando, como sabes, liadísimo con muchísimos temas de Cultura y con la Muestra de Teatro de los Pedroches. De todos modos, sentiré muchísimo no estar el próximo día quince con vosotros y vosotras.
En segundo lugar, me anima muchísimo a escribir el magnífico texto, sentimental y emotivo, que ha enviado el bueno de Apolonio, también entrañable y auténtico como la amiga Andrea. No sabes cuánto agradezco, Apolonio, este escrito sobre la feria de Diógenes que me ha puesto, literalmente, el vello de punta por la emoción y la tierna poesía que derramas al describir la atmósfera de aquellas ferias inolvidables que yo, curiosamente, creo y siento haber vivido junto a vosotros. Lo que son las cosas, estos días de atrás he vuelto a revisar y a reescribir "El violín que alegraba las colmenas", comenzando una nueva versión donde, en las primeras líneas, te cito a ti, a Rafuki y a Juanini, porque tenéis mucho que ver los tres con la intriga y el argumento central de la historia que narro en el libro. Así que fíjate tú si te debo, amigo Apolonio. Ah, también quiero y necesito hablar con Mayte del Francés (su padre también es parte imprescindible del libro) y con Balti, pues su madre también desarrolla un papel importantísimo en la trama de la novela: es íntima amiga de la madre del protagonista.
Bueno, y ahora viene el tercer motivo, y es que, sinceramente, me ha dado alegría ver que mi amigo Benito, el "Mago de Tiñosas", ha vuelto a escribir en el foro, tendiendo la mano y pidiendo, pienso como él, que el foro vuelva a ser lo que ha sido siempre y esté abierto a todo el mundo y todos participemos como buenos diogeneros (permitidme que yo me sienta un paisano vuestro). En este sentido, aunque sé que esto no le va a gustar a algunos amigos y a algunas amigas, tengo que reconocer que no hay nada más hermoso y bello en este mundo que pedir perdón y tender de nuevo una mano a quien se le ha hecho daño. Yo he pedido perdón mil veces en mi vida, incluso me humillo, me arrodillo y beso los pies a personas que ni siquiera debería mirar a la cara por el terrible (sí, digo terrible) daño que me han hecho a mí y a mi familia. Son casos gravísimos que ni siquiera tengo ánimo de contar; pero sobre mí se han escrito cosas muy duras tanto en internet, como en algunos libros de tirada nacional, y, sin embargo, he perdonado a esas personas que tanto daño me han hecho y les he abrazado y le he tendido la mano cuando los he tenido frente a mí; no como un Judas, sino como un humilde discípulo de Cristo, auténtica llama de luz que me guía en el mundo. Sé que es muy difícil estar a bien con todo el mundo; pero os diré que os quiero a todos y a todas, y que sufro muchísimo cuando veo que alguien, una amiga mía, Loli Gómez, y otras personas amigas también, no participan ya en este foro, que es suyo como de todos los diogeneros, porque se les hizo hace ya tiempo daño. En mi caso, yo le pediría perdón a Loli (es lo que pienso y, perdonadme, pero tengo que decirlo), incluso aunque no hubiese motivos, porque, a veces hacemos daño sin darnos cuenta. Ahora, también me gustaría que hubiera diálogo y existiese una reunión y una reconciliación profunda y sincera. Y si las otras personas necesitan que Loli pida perdón, yo invito a Loli a que lo haga, haya o no haya motivos para hacerlo. Digo todo esto movido por mi corazón y por el dolor que me causa encontrar divisiones entre vosotros y vostoras, amigos y amigas de Diógenes, a quienes quiero tanto. Y, ahora mismo, mientras escribo estas líneas tengo los ojos encendidos de lágrimas, porque os quiero y necesito que se solucione este tema enquistado y que, de un modo u otro, sigue flotando en el aire desde hace ya unos meses. Perdonaos y abrazaos, amigos y amigas. Si viérais el chorro de luz que entra en el corazón cuando uno perdona. Si pudiérais sentir el tremendo amor, la enorme satisfacción espiritual que uno siente cuando se tiende la mano y se abraza a quien nos ha hecho daño... Quizá yo, en este momento, movido por mi amor y por mi dolor, os esté haciendo daño a algunos amigos, pero lo siento, os pido mil veces perdón, y me arrodillo ante vosotros, pero tenía que decir esto que digo, y pediros que perdonéis a Loli Gómez y que dialoguéis con ella para que vuelva a estar dentro de este foro, con el ánimo de que todo vuelva a ser como antes, como bien indica el "Mago de Tiñosas", mi amigo Benito. Bueno, ya me he desahogado, tenía que decir esto, porque llevo tiempo sufriendo por vosotros y vosotras. Sé que este escrito me granjeará enemistades; pero he abierto mi alma de par en par y he dejado salir este turbión de aire oscuro que había dentro de mí para que el azul del verano lo llenase de luz y lo purificase. Sería más fácil no hablar del asunto, porque el tema directamente no va conmigo. Pero yo no soy así, y también tengo mis virtudes y mis defectos. No es bueno enquistar el dolor dentro del alma. Simplemente, quiero terminar con un sincero y entrañable abrazo para todos y para todas. Os quiere vuestro buen amigo, Alejandro López Andrada.
Bueno, vayamos por partes: en primer lugar quiero contestar a la amabilísima y entrañable Andrea, a la que no conozco aún personalmente, pero sé que tiene un alma pura y luminosa por lo que adivino en sus escritos. Muchas gracias, amiga, por recordarme y animarme a participar. Y la verdad es que sí, que ando, como sabes, liadísimo con muchísimos temas de Cultura y con la Muestra de Teatro de los Pedroches. De todos modos, sentiré muchísimo no estar el próximo día quince con vosotros y vosotras.
En segundo lugar, me anima muchísimo a escribir el magnífico texto, sentimental y emotivo, que ha enviado el bueno de Apolonio, también entrañable y auténtico como la amiga Andrea. No sabes cuánto agradezco, Apolonio, este escrito sobre la feria de Diógenes que me ha puesto, literalmente, el vello de punta por la emoción y la tierna poesía que derramas al describir la atmósfera de aquellas ferias inolvidables que yo, curiosamente, creo y siento haber vivido junto a vosotros. Lo que son las cosas, estos días de atrás he vuelto a revisar y a reescribir "El violín que alegraba las colmenas", comenzando una nueva versión donde, en las primeras líneas, te cito a ti, a Rafuki y a Juanini, porque tenéis mucho que ver los tres con la intriga y el argumento central de la historia que narro en el libro. Así que fíjate tú si te debo, amigo Apolonio. Ah, también quiero y necesito hablar con Mayte del Francés (su padre también es parte imprescindible del libro) y con Balti, pues su madre también desarrolla un papel importantísimo en la trama de la novela: es íntima amiga de la madre del protagonista.
Bueno, y ahora viene el tercer motivo, y es que, sinceramente, me ha dado alegría ver que mi amigo Benito, el "Mago de Tiñosas", ha vuelto a escribir en el foro, tendiendo la mano y pidiendo, pienso como él, que el foro vuelva a ser lo que ha sido siempre y esté abierto a todo el mundo y todos participemos como buenos diogeneros (permitidme que yo me sienta un paisano vuestro). En este sentido, aunque sé que esto no le va a gustar a algunos amigos y a algunas amigas, tengo que reconocer que no hay nada más hermoso y bello en este mundo que pedir perdón y tender de nuevo una mano a quien se le ha hecho daño. Yo he pedido perdón mil veces en mi vida, incluso me humillo, me arrodillo y beso los pies a personas que ni siquiera debería mirar a la cara por el terrible (sí, digo terrible) daño que me han hecho a mí y a mi familia. Son casos gravísimos que ni siquiera tengo ánimo de contar; pero sobre mí se han escrito cosas muy duras tanto en internet, como en algunos libros de tirada nacional, y, sin embargo, he perdonado a esas personas que tanto daño me han hecho y les he abrazado y le he tendido la mano cuando los he tenido frente a mí; no como un Judas, sino como un humilde discípulo de Cristo, auténtica llama de luz que me guía en el mundo. Sé que es muy difícil estar a bien con todo el mundo; pero os diré que os quiero a todos y a todas, y que sufro muchísimo cuando veo que alguien, una amiga mía, Loli Gómez, y otras personas amigas también, no participan ya en este foro, que es suyo como de todos los diogeneros, porque se les hizo hace ya tiempo daño. En mi caso, yo le pediría perdón a Loli (es lo que pienso y, perdonadme, pero tengo que decirlo), incluso aunque no hubiese motivos, porque, a veces hacemos daño sin darnos cuenta. Ahora, también me gustaría que hubiera diálogo y existiese una reunión y una reconciliación profunda y sincera. Y si las otras personas necesitan que Loli pida perdón, yo invito a Loli a que lo haga, haya o no haya motivos para hacerlo. Digo todo esto movido por mi corazón y por el dolor que me causa encontrar divisiones entre vosotros y vostoras, amigos y amigas de Diógenes, a quienes quiero tanto. Y, ahora mismo, mientras escribo estas líneas tengo los ojos encendidos de lágrimas, porque os quiero y necesito que se solucione este tema enquistado y que, de un modo u otro, sigue flotando en el aire desde hace ya unos meses. Perdonaos y abrazaos, amigos y amigas. Si viérais el chorro de luz que entra en el corazón cuando uno perdona. Si pudiérais sentir el tremendo amor, la enorme satisfacción espiritual que uno siente cuando se tiende la mano y se abraza a quien nos ha hecho daño... Quizá yo, en este momento, movido por mi amor y por mi dolor, os esté haciendo daño a algunos amigos, pero lo siento, os pido mil veces perdón, y me arrodillo ante vosotros, pero tenía que decir esto que digo, y pediros que perdonéis a Loli Gómez y que dialoguéis con ella para que vuelva a estar dentro de este foro, con el ánimo de que todo vuelva a ser como antes, como bien indica el "Mago de Tiñosas", mi amigo Benito. Bueno, ya me he desahogado, tenía que decir esto, porque llevo tiempo sufriendo por vosotros y vosotras. Sé que este escrito me granjeará enemistades; pero he abierto mi alma de par en par y he dejado salir este turbión de aire oscuro que había dentro de mí para que el azul del verano lo llenase de luz y lo purificase. Sería más fácil no hablar del asunto, porque el tema directamente no va conmigo. Pero yo no soy así, y también tengo mis virtudes y mis defectos. No es bueno enquistar el dolor dentro del alma. Simplemente, quiero terminar con un sincero y entrañable abrazo para todos y para todas. Os quiere vuestro buen amigo, Alejandro López Andrada.