Loli Rodríguez gracias paisana, por tus palabras de aprecio hacia nosotros, pero sabéis también el cariño que os tenemos en mi familia. El otro día escribía de como Regino y yo jugabamos con un caballito de cartón que yo tenía en mi casa y después algo más grandecillos con la bicicleta vuestra. El pan, con aceite y sal o con una onza de chocolate nos lo merendabamos tu hermano y yo un día en tu casa y otro en la mía. Me encantaba ir con Regino a llevarle la cena a tu padre al polvorín (por ver la escopeta y si había surte el tunel de la pólvora). Con tus hermanos mayores ibamos a Tiñosas cuando ellos vendían allí cosas de comida. En las peleillas nos defendiamos uno a otro sin importarnos recibir un coscorrón... pero eramos amigos y había que hacerlo. Y el maletín de madera para la escuela que nos hicieron entre tu padre Daniel y tu Rafa... aquello fue un triunfo, aunque dentro solo había la enciclopedia Álvarez, dos libretas y el estuche de madera de dos pisos que giraba hacia un lado.
En definitiva, la amistad era sana y sincera... como debe ser. Hoy por suerte seguimos siendo amigos. Mi hermana Graci podría escribir de ti lo mismo, pues eráis muy buenas amigas y actualmente sigue siendo así.
Un beso de mi parte y de Virginia para vosotros y para la guapa de Daniela.
En definitiva, la amistad era sana y sincera... como debe ser. Hoy por suerte seguimos siendo amigos. Mi hermana Graci podría escribir de ti lo mismo, pues eráis muy buenas amigas y actualmente sigue siendo así.
Un beso de mi parte y de Virginia para vosotros y para la guapa de Daniela.