El
castillo de la Estrella fue construido por los árabes en el siglo IX, y fue
campo de batalla donde lucharon en 1369 el rey Pedro I de Castilla contra su hermanastro el conde Enrique de Trastámara, futuro Enrique II.
Enrique tenía pretensiones al trono de Castilla y
Francia le apoyó comisionando a su mejor condestable y gran estratega, Bertrand du Guesclin, quien cruzó los Pirineos y se enfrentó a Pedro I en la batalla de
Montiel.
La sangrienta lucha entre los dos hermanos, terminó «con un acto de perfidia y felonía» por parte de du Guesclín. Fingió este que favorecía la fuga de don Pedro, encerrado en el castillo de Montiel y, la
noche del 23 al 24 de marzo, lo atrajo a su
tienda, donde le esperaba Enrique.
Lucharon cuerpo a cuerpo los dos hermanos, y venció Enrique, gracias al auxilio que le prestó Beltrand sujetando a Pedro y diciendo:"Ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor". De esta manera, Enrique pudo apuñalar a Pedro, matándolo y proclamándose rey de Castilla.
Pedro I quedó enterrado en Montiel hasta 1374, y desde entonces descansa en
Sevilla.