Los molinos eran estructuras innovadoras para la época (eran molinos no accionados por la fuerza del agua sino por el viento), y fueron especialmente relevantes al ser protagonistas en una de las aventuras de Don Quijote:
-Mire vuestra merced -respondió Sancho- que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.
Con la llegada de la electricidad los molinos dejaron de utilizarse.
-Mire vuestra merced -respondió Sancho- que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.
Con la llegada de la electricidad los molinos dejaron de utilizarse.