Fuimos a pasar un día a la
fería de
Córdoba, pasamos a una caseta y comimos de tapas, mi marido decía tomar como es nuestra
costumbre, la cerveza % y yo tan atrevida le dije, no, hoy toca Montilla y eso pedimos una botellita para los dos, cuando terminamos de
comer, mi marido que parece siempre lleva prisa (el bocao y a la
calle) dice de marchar y le dije, ni se te ocurra moverte hasta que yo pueda andar debidamente, tú verás, no bebo vino nunca y nos bebimos una botella, era pequeña, pero aún así
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