Actualmente abandonada, esta
ermita cubrió una etapa importante para las gentes que habitaban junto al
río Ojailen en la
carretera de
Mestanza. Las personas de condición católica y otras afines, asistían a los actos religiosos, que se celebraban de manera normal. Hoy por desgracia, al desaparecer la población por completo, tan solo se conserva como recuerdo la edificación.