Puertollano nos permite esta vista desde el
monumento al minero, nosotros sus habitantes, nos sentimos plenamente identificados. Al principio a algunos nos pareció demasiado complejo, hoy es diferente, le hemos tomado cariño y es parte nuestra. Las pintadas y barbaridades sobran, es emblema que nos identifica con nuestras raíces, personas que dejaron su vida en las
minas y debemos respetarlo.