Era siempre la duda de la espera
un dolor que en el alma se agiganta,
porque la mina siempre fué traidora
y el grisú fue clamor de una amenaza
que en el sudor más negro del minero
como cruel enemigo se agazapa.
Y vosotras, esposas afligidas,... Ya veo que los rosales aún no han florecido, las matas de romero si que están bonitas, ¡ay Loli! como quieres que luego no te echemos de menos cuando faltas. María creo que te habré complacido con esta serie de fotos recientes de nuestro pueblo