Buenas tardes amigo Pedro, no puedo quejarme de cómo me va, total para que quejarse si al final no me hacen ni caso je. je. venga cuídate…. Si te sirve de consuelo Maria, yo tampoco me acuerdo del chiste, pero si me acuerdo que casi, casi, llegamos a la hora de comer a casa ¿La hora? si el único que llevaba ojeras eras tú jejejeje, que conste que has sido tú quien lo ha dicho. Fíjate, ni aún con los nombres recuerdo el chiste..... pero déjalo, no lo cuentes, intentaré hacer memoria, que ya has dado muchas pistas, casi, casi, como aquél personaje de Ángel Garó. Como que no te recuerdas del chiste, aquel de Sara manca y Sara goza, bueno que no hice fotos porque tenía la cámara en casa y por no subir los 4 pisos lo deje a vuestra libertad.
Cierto es que los asistentes estábamos a gusto, lastima la hora….. Vamos a ser sinceros, lo mejor fueron los asistentes, para que nos vamos andar con excusas ni justificaciones, pero cuando un grupo de amigos se reúnen, lo de menos es lo que haya sobre la mesa y si en los sentimientos, es, o no es? pues eso, dejemos pues, el chocolate y los churros, porque lo que buscábamos era un sitio donde sentarnos todos con calma y donde no estuviéramos abarrotados, recuerdo una expresión que dijo Maxi para dejar de ir en una dirección, pero no la repetiré jeje, lo pasamos...