Muy lejos aún de parecer los grupos de incontrolados que hoy pueblan los estadios de fútbol, lo cierto es que la simple unión de hinchas del Calvo sotelo y del Rayo Vallecano provocó incidentes graves más de una vez. Sucedió en el partido del 20 de marzo de 1977, en un campo que no necesitaba vallas aún; los espectadores de general se comenzaron a pegar ante la indiferencia del miembro de la Benemérita que aparece en la foto, y el encuentro hubo de suspenderse durante unos minutos.