La Nava, solo queda el
palomar y la
fuente agría, la gran
finca de don Ángel Infante que habia cuando yo vivia allí, sólo queda el empedrado del suelo, en el lugar de las oliveras hay naves industriales, he vuelto por esas tierras después de 45 años y me ha dado mucha pena. Mi padre fue fue guarda jurado de aquella finca. Se llamaba Segundo y mi madre Isabel,