DE AQUEL AMANECER...
De aquel amanecer, mujer
no me queda ni un suspiro;
de la brisa de el ayer,
ya no late, el pecho mío
al amor que me asomé...
rendido, de amor, rendido.
Yo me pregunté aquel día
como olvidar los parques
donde nos amamos.
A lagrima viva me decía:
¿como olvidar, tus besos,
tantos?- me repetía
desde el instante
que aquella dicha
tu, la mataste-
¿Tu no veías
que me clavabas
punzantes espinas
mientras mis rosas se agostaban?
Desde aquel día,
solo me queda hoy la distancia.
Lo siento amiga:
ya no me queda una sola lagrima...
Estoy exhausto amiga
en la distancia, a. que me llevara
tu sinfonía
triste y amarga.
Tu ensuciaste las horas limpias.
Tu asesinaste
las mil caricias.
Tu despreciaste,
mañanas límpidas:
tu me mataste.
LIBERTAD.
De aquel amanecer, mujer
no me queda ni un suspiro;
de la brisa de el ayer,
ya no late, el pecho mío
al amor que me asomé...
rendido, de amor, rendido.
Yo me pregunté aquel día
como olvidar los parques
donde nos amamos.
A lagrima viva me decía:
¿como olvidar, tus besos,
tantos?- me repetía
desde el instante
que aquella dicha
tu, la mataste-
¿Tu no veías
que me clavabas
punzantes espinas
mientras mis rosas se agostaban?
Desde aquel día,
solo me queda hoy la distancia.
Lo siento amiga:
ya no me queda una sola lagrima...
Estoy exhausto amiga
en la distancia, a. que me llevara
tu sinfonía
triste y amarga.
Tu ensuciaste las horas limpias.
Tu asesinaste
las mil caricias.
Tu despreciaste,
mañanas límpidas:
tu me mataste.
LIBERTAD.