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PUERTOLLANO: Aquí vuelvo Libertad, por fin, me pude sentar y leer...

Montse, seguro que aunque sea de vista nos conoceremos tu madre y yo, somos de edades muy parecidas (yo un poco menos, pero poco) además me he criado muy cerquita del Terri, la profesora, ya conté fue provisional y vivía a dos calles de Cubero, ya te dije el nombre, además, daba clases en su propia casa, que es donde yo asistía como otros chicos y chicas, ella era más moderna y no hacia esas diferencias de, los niños con los niños y las niñas con las niñas, yo la he querido y la quiero mucho, me dejó muy buen recuerdo, ya antes había pasado por las monjas y las escuelas del palomar, sinceramente El Palomar, es como si no lo hubiera pisado, no me acuerdo casi de nada, sólo de la leche en polvo, que me la comía sin disolver en el agua, afortunadamente los colegios públicos han ganado un montón, en todos los aspectos.

Rectifico, he dicho en todos los aspectos y pensando en el profesorado he de ser justa y decir que ahora con ciertos alumnos, no lo tienen muy fácil los profesores, al decir había mejorado, me refería a otras muchas cosas, entre otras, las instalaciones, además los de mi edad, posiblemente hayáis comprendido.

Pues bueno, regreso, de nuevo en las prisas. regreso para leeros y participar con sana envidia de vuestra armonía. Se dice: recodáis tantas cosas, que me "habéis trasladado"! que insensatos esos que dicen de no "regresar" a cosas tristes! acaso no hay momentos de tristeza que se tornan en alegría recordando?
A mi me habéis inspirado un cuento tan real como la vida misma. Me he contagiado, y no ha necesitado mucho mi imaginación para forjar hoy una historia del presente hacia el pasado: lastima que el final no sea lo alegre que hubiera deseado, solo es la unión de dos historias en una sola,, pero que los protagonistas son, seres reales, que bastaría con una charla y otra y otra, para que tengas que decirte: Aquí nace la historia de esta viejecita o viejecito que aún le quedan sonrisas.
Será para mañana. Hoy, después de algunos apuntes, que me han llevado mi tiempo, he preferido saludados, y gozar de vuestra simpatía, repitiendo lo que al regresar a mi pueblo después de mas de cuarenta años escuché de nuevo: "Como estás majete" en este caso sería has ta mañana "majetes" (expresión amigable de mi tierra) y mañana esta historia de que os hablo. espero no olvidar mi promesa.
JM (LIBERTAD)

De acuerdo Libertad, aquí nos encontrarás para leer tu historia, que todo te vaya muy bien y todo te afecte en su justa medida, andan siempre las cosas algo revueltas. Un saludo.

Es bien sabido, mis amigos, que, yo no estoy rodeado de las palmeras de la foto, pero si de olivares, salpicados en este rincón de la llanura manchega. Tampoco estoy rodeado de esas enormes moles de cemento y ladrillo... esas están a solo 8 kilómetros, y tras alguna de sus ventanas un anciano, en su soledad, medita.

<<<El abuelo gozaba de excelente salud; física y mental. El abuelo no ha perdido aún su entereza: esa fuerza que da la lucha constante. Cierto que era un poco gruñón, aunque considerando su trayectoria, su bondad estaba intacta. Si se rebelaba ante determinadas actitudes, y que en su entorno no hubieran seguido su ejemplo. Recordaba, cuando el momento lo exigía, que el fue joven y las canas le habían, siempre merecido respeto. Había adorado a su esposa. Hoy este sentimiento era hacia la nieta; graciosa y vivaz para sus años. Hacía muy poco tiempo que su inseparable compañera le había dejado para siempre, La mano implacable del tiempo, cayo de repente, sobre aquel cuerpo débil, que pese a todo, hasta el último día, tuvo una sonrisa para su comañero, y para aquellos que la merecían. Fueron un matrimonio feliz. Largos años de mutuo apoyo,, el fruto de una hija que creció y por la que se sacrificaron. Hacía muchos años que habían dejado el pueblo. Largos años de sacrificio en una ciudad, que en ocasiones les parecía extraña...
Ven, acércate, gruñón... mi inseparable gruñón. No te dejes hacer... Sabes a que me refiero. Esta casa ya no es lo que era. Usa de tu generosidad, pero también de tu carácter.
Había tomado su mano y la acariciaba mientras le hablaba. El abuelo dejó vagar su mirada, y nada dijo: una lágrima, se asomó y... Ya no hablaron nunca mas.
Andaba en estos pensamientos cuando:
! Buenos días, abuelito! Dime abuelo: ¿es cierto que en un país muy lejano los niños no tienes comida, ni tan siquiera juguetes?
El abuelo, sorprendido, solo asiente con un movimiento de cabeza, y dando la espalda a la niña, se dirige a la ventana grande; corre las grandes cortinas.
Creo que va a llover- Dice en voz baja, sabiendo que la nieta, tenía otras preguntas. Sintió que la mano de la pequeña buscaba la suya y...
Abuelo, ayer, mientras mamá hacía su deberes en la cocina, la televisión mostraba imágenes de niños muy pobres y unos hombres decían que, que apenas tenían comida, ni juguetes... Abuelo aquellos niños me parecieron muy tristes.
! Si! Pasan hambre y mueren sin haber sido siquiera niños, sin pensar como niños, sin reír como niños, sin jugar como niños... se estaba diciendo el abuelo para sus adentros, pensando como adornar "el cuento" que le exigiría la nieta, que en esos momentos preguntaba:
¿Es eso verdad abuelo?...
! Ya estás con tus historias!. dijo una voz desde el fondo del salón. Y añadió; esas no son historias a enseñar a nadie, y menos a los niños.
Pero mamá, si el abuelo no me ha contado nada, calla y a desayunar, y luego a tu cuarto a jugar con tus muñecos.
Te he dicho que basta, ademas quiero hablar con el abuelo.
La pequeña se escabulló pasillo adelante con gran agilidad, haciendo pucheros. Luego se sentó en la cama mientras pensaba, que el abuelo cuando hiciera bueno, en el parque, le contaría todo.
Abajo se oía la voz de mamá riñendo al abuelo...! pero si el abuelo no ha dicho nada!! Que extrañas son a veces las madre! El abuelo, tiene muchos mas años, y yo se que sabe muchas mas cosas que mamá. No quiso jugar. Permaneció sentada en su cama sumida en reflexiones y sobre todo en lo que comentaban aquellos hombres en la tele: No mentían, no podían mentir. Instantes después, se vio rodeada de muñecas.
¿cuales les gustarán mas? pensaba. Mañana le diré al abuelo, que la mitad se las envíe a aquellos niños: el abuelo sabe como hacerlo... bueno les enviaré mas de la mitad porque ellos son muchos.
Abajo había cesado las voces, de mamá: esta se dirigió a la cocina, en su idea de que el abuelo era culpable, de que la niña se interesaba, por lo que a ella, su madre no le agradaba.
Mientras el abuelo, estaba frente a la ventana con su memoria desparramada en lugares del tiempo; a su niñez sin juguetes. A los que le sobraron a su hija; ni tan siquiera se había dado cuenta de que una paloma luchaba con las ráfagas de viento, y se había posado al final muy cerca, hurgando de su pico las plumas, bajos sus ala.
Hoy es un día doblemente triste, se decía, mientras pasaba el revés de su mano, por sus ojos, posados, en el hueco, por el que muchos días veía un pedazo de cielo.
Cuando vayamos al parque, le contaré "su cuento". Será un secreto entre los dos.
No lejos, la nieta, con esa alegría que se da en los niños, que ya entienden lo que es una buena acción decía:
"Esta si. Esta no porque está un poco estropeada... Bueno el abuelo sabe cual será la mejor... (CONTINUARA)
J M.

Aquí vuelvo Libertad, por fin, me pude sentar y leer detenidamente “el cuento” ¡que decirte! La relación abuelos nietos, es maravillosa, yo, poco la disfruté, pero algo me tocó y siempre lo recuerdo con cariño, pero los que en verdad disfrutan de ésta relación, son los que me rodean, siente los unos por los otros un cariño muy especial.
Ésa parte del cuento me gustó, pero en realidad he leído y me he emocionado con algo más, que triste que en la mitad del camino, se quede el compañero/a de viaje, verdad? y que hermoso es que haya una paloma que venza a las ráfagas del viento. Un abrazo