! Caramba flor! -No voy a burlar mi sinceridad- hago un alto porque mis ojos han sentido una especie de neblina y mis dedos vacilantes... no aciertan en el teclado.
Sin tratar de justificarme, voy a confesar, que he encendido, la lámpara. Además- no se por ahí; aquí se está nublando la tarde.
! Como lo siento, amiga mía! No me cabe la menor duda de parte de tu bondad, se ha debido a ese golpe recibido. Esto, si eres joven te va ayudar.
Uno, dos, tres, muchos golpes, por mi parte, pero frente a los demás, pocas veces se me borró la sonrisa. A veces me invade la ira, ante la injusticia... y me dije y me sigo diciendo: "! No, no quiero ser malo! Luego no soy bueno del todo...
No esres tu la sola a la que estimo y me conmueve: en Aldea del Rey, me detuve, porque el "Jardinero de las Nubes"- soñador hacia el bien- me trasladaba a un mundo mejor. Y aquí no solo estás tu, esta Oliva: plena y serena, sabia y buena persona; no soy adivino, no creo en ellos... cuando leo entro y descubro. Cuando tengo alguien enfrente, se si pretende engañarme o no. ¿Mi mujer? Una martir: un solo desengaño, la arrastro, y la sacó de una vida holgada; hacia lo contrario... por ser demasiado confiada. También te decimos que esta es vuestra casa. No tendrías que preocuparte de nada, estamos solos: de vez en cuando, aparecen los hijos de mi mujer: yo no aporté nada a mi matrimonio. Ambos eramos viudos.
Digo a todos lo mismo: mi casa está abierta para todos aquellos que solo persigan la amistad.
Creo que te envío un poema que acaba de nacer por Aldea.
Esta mañana he visitado Madrid, y veo que alguien ironiza; pretende buscar lo que yo detesto; espero bien que no despierte mi cólera.
Aún no he leído mi cuento del burrito, si se que de regreso junto a mi mujer ha motivado otro... simplemente, me dice: Me has dejado sola. Se lo he contado, abreviando, y al final ha nacido un tierno cuento, que puede servir para aquellos que piensen, que los mayores, no amamos: si los mayores simplemente cogidos de la mano, nos estamos amando.
! Que saben de las flores de este jardín aquellos que no lo han visitado! En este momento, me dice: ¿que quieres de cena? Una mirada, un beso... y mañana. y al otro... y si hay que llorar lloramos juntos. Y si hay que hacer reír, aún quedan fuerzas... igual que para secar las lágrimas, de alguien que no merece que lagrimas de alegría.
JUAN.
Sin tratar de justificarme, voy a confesar, que he encendido, la lámpara. Además- no se por ahí; aquí se está nublando la tarde.
! Como lo siento, amiga mía! No me cabe la menor duda de parte de tu bondad, se ha debido a ese golpe recibido. Esto, si eres joven te va ayudar.
Uno, dos, tres, muchos golpes, por mi parte, pero frente a los demás, pocas veces se me borró la sonrisa. A veces me invade la ira, ante la injusticia... y me dije y me sigo diciendo: "! No, no quiero ser malo! Luego no soy bueno del todo...
No esres tu la sola a la que estimo y me conmueve: en Aldea del Rey, me detuve, porque el "Jardinero de las Nubes"- soñador hacia el bien- me trasladaba a un mundo mejor. Y aquí no solo estás tu, esta Oliva: plena y serena, sabia y buena persona; no soy adivino, no creo en ellos... cuando leo entro y descubro. Cuando tengo alguien enfrente, se si pretende engañarme o no. ¿Mi mujer? Una martir: un solo desengaño, la arrastro, y la sacó de una vida holgada; hacia lo contrario... por ser demasiado confiada. También te decimos que esta es vuestra casa. No tendrías que preocuparte de nada, estamos solos: de vez en cuando, aparecen los hijos de mi mujer: yo no aporté nada a mi matrimonio. Ambos eramos viudos.
Digo a todos lo mismo: mi casa está abierta para todos aquellos que solo persigan la amistad.
Creo que te envío un poema que acaba de nacer por Aldea.
Esta mañana he visitado Madrid, y veo que alguien ironiza; pretende buscar lo que yo detesto; espero bien que no despierte mi cólera.
Aún no he leído mi cuento del burrito, si se que de regreso junto a mi mujer ha motivado otro... simplemente, me dice: Me has dejado sola. Se lo he contado, abreviando, y al final ha nacido un tierno cuento, que puede servir para aquellos que piensen, que los mayores, no amamos: si los mayores simplemente cogidos de la mano, nos estamos amando.
! Que saben de las flores de este jardín aquellos que no lo han visitado! En este momento, me dice: ¿que quieres de cena? Una mirada, un beso... y mañana. y al otro... y si hay que llorar lloramos juntos. Y si hay que hacer reír, aún quedan fuerzas... igual que para secar las lágrimas, de alguien que no merece que lagrimas de alegría.
JUAN.