AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS
La calle era larga y empedrada, al final se encontraba el colegio, ese donde tu y yo compartíamos el banco, donde tantas veces nos pegábamos patadas por debajo del tablero, alguna confidencia nos contábamos al oído, cosas de chiquillos decían los mayores.
Recuerdo que siempre nos esperábamos en la esquina que se encontraba junto a la tienda de comestibles, para luego entre risas y bromas dirigirnos calle arriba hasta llegar a sus inmediaciones, eran tiempos de juegos sin malicia cargados de ingenuidad, ahora al recordarlos no puedo dejar de pensar en ti y en mi, en nosotros dos que hubimos de separarnos siendo unos niños y queriéndonos como hermanos.
Me pregunto que habrá sido de ti, como te ira en la vida, si serás feliz y te recordaras de aquel delgaducho que tanto te hacia reír y al que le contabas tus secretos, siempre me decías que cuando fuéramos mayores nos íbamos a casar y tendríamos muchos niños, pero ya ves amiga mía que distinto que ha resultado y aquella amistad se ha esfumado en el tiempo.
Puede que algún día nos veamos, pero ya no nos reconoceremos después de tantos y largos años, puede que algún recuerdo nos haga mirar como si ese rostro nos sonara de verlo en algún lugar, pero ya no será lo mismo que en aquellos maravillosos años.
La calle era larga y empedrada, al final se encontraba el colegio, ese donde tu y yo compartíamos el banco, donde tantas veces nos pegábamos patadas por debajo del tablero, alguna confidencia nos contábamos al oído, cosas de chiquillos decían los mayores.
Recuerdo que siempre nos esperábamos en la esquina que se encontraba junto a la tienda de comestibles, para luego entre risas y bromas dirigirnos calle arriba hasta llegar a sus inmediaciones, eran tiempos de juegos sin malicia cargados de ingenuidad, ahora al recordarlos no puedo dejar de pensar en ti y en mi, en nosotros dos que hubimos de separarnos siendo unos niños y queriéndonos como hermanos.
Me pregunto que habrá sido de ti, como te ira en la vida, si serás feliz y te recordaras de aquel delgaducho que tanto te hacia reír y al que le contabas tus secretos, siempre me decías que cuando fuéramos mayores nos íbamos a casar y tendríamos muchos niños, pero ya ves amiga mía que distinto que ha resultado y aquella amistad se ha esfumado en el tiempo.
Puede que algún día nos veamos, pero ya no nos reconoceremos después de tantos y largos años, puede que algún recuerdo nos haga mirar como si ese rostro nos sonara de verlo en algún lugar, pero ya no será lo mismo que en aquellos maravillosos años.