PUERTOLLANO: Caray María un año ya de aquel fatídico día, te entiendo...

Dedicado a FORD.

Ayer te hemos dicho adiós, te hemos llevado al mismo lugar donde tu naciste, naciste de una madre abandonada, según me dijeron color canela, a ti te llamaron mestizo, bendito mestizaje, que te hizo ser inteligente, cariñoso y bueno, muy bueno, decían todos ¡sólo le falta hablar! Yo decía, que porque no me lo había propuesto, que si no, también hablabas.

Fue un 15 de Julio de 1994, que llegaste a casa, para ser sinceros, sin ser invitado, pero a ella te trajo la persona por nosotros más querida, te fuiste ganando nuestro cariño a base de dar tu todo el tuyo y eso si, a cambio de nada, luego nos hacías reír con tu forma de ser, de jugar con el niño, eras igual que él, los dos hacíais agujeros en la tierra, los dos jugabais y os disputabais la pelota, te enredabas en nuestros pies y yo seguía asustándome, pero ya te quería, te quise desde el momento que te vi, tan chiquitín y que si yo no te daba hogar, correrías peor suerte, bastante era para ti, nacer de la forma y lugar donde habías nacido, pensamos merecías mejor vida y procuramos que la tuvieras.

Has vivido casi 15 años (lo que son igual a 105) aunque a veces mostrando tu alegría parecieras un cachorro, por la forma de mover tu rabito, te traicionaba la falta de fuerza, cuando pretendías dar saltitos para hacernos gracietas, eso ya desde algún tiempo, no podías.

Se me vienen infinidad de momentos a la memoria, la noche que te pusiste “malito” recordé aquella otra, en la que empezaste a hincharte y deformarse toda tu cara, era casi de madrugada, igual que la última noche, los dos lo pasamos muy mal, me mirabas como pidiéndome ayuda y yo no sabia que hacer, solo acariciarte y no poder contener mis lágrimas, finalmente se me ocurrió que podrías tener alguna alergia, decidí darte un antihistamínico (si de los míos) fue mano de santo, empezaste a mover tu rabito y a mostrar gesto de agradecimiento, finalmente, los dos contentos nos fuimos, tu a tu cama, yo a la mía, desde entonces siempre he tenido una pastilla a mano, para caso de necesidad.

Que curioso, dicen que los perritos, terminan pareciéndose a sus dueños, tú hasta eso tenias igual, los problemas de alergia, como agradecerte todos los gestos que has tenido conmigo, si, eras y siempre lo dije, el que mejor me conocía, siempre sabias como yo me encontraba, te lo notaba, además, más de una vez tuve que decirte, ¡que no me pasa nada Forito!, que estoy bien, entonces tú, te mostrabas feliz, nunca pude decir un ¡ay! Sin que acudieras en mi ayuda.

Yo que no era capaz de tocarte por el miedo que siempre tuve a los perros, contigo lo superé, no a los demás, tú eras distinto, a ti aún con susto, comencé a bañarte, a darte tus medicamentos, cuando la primera vez conseguí ponerlos en mi mano y tú los tomaste, fue todo un logro para mi, ya no era dártelo con los dedos o ponerlos al plato, era mi mano, que tú lo tomabas y si era envuelto en un poquito de jamón ¡pillín! Eso no te lo pensabas, también así te hemos dado el último medicamento que consiguiera calmarte un poco, hasta poder llevarte a la clínica, no reconocías ni el agua y al llegar con tu hocico al agua te asustaste ¡pobre! Ni lo reconociste, pero eso si reconociste, quizá tu olfato y así lo deseo, te acompañó hasta tu último momento, pese a que no había forma de dejarte parar, cuando te pusimos el trocito de jamón con el relajante, lo tragaste rápido, por fin conseguimos durmieras un poquito y te calmaras, ¿ves? una vez más te ayudó uno de mis medicamentos.

Antes digo que espero tu olfato te acompañara hasta el final, porque creo que por momentos, ni nos reconocías, ni atendías a nuestra voz, pero volviste a enredarte en mis piernas como al principio, si cuando eras cachorro, no hemos querido seguir viéndote sufrir, alguna vez sufriste alguna crisis similar, pero momentánea, ahora nos confirman ese ha de ser tu final, además recordando, tienes casi 15 años, que es mucho al parecer para un animalito como tú, por éste motivo, hemos pedido que te duerman definitivamente, es muy doloroso oír tus quejidos y ver tus movimientos, te hemos acariciado, cuidando estar siempre cerca de donde pudieras olernos y nos sintieras contigo y de esa forma y sin sufrimiento te hemos visto dormir y descansar, yo habría preferido te durmieras en casa, la noche anterior, así te lo pedía ¡duérmete y descansa! Pero al final, necesitaste ayuda, has vuelto a casa, donde y con tus cosas, hemos tratado que fueras de la mejor manera.

Siempre me dijeron ¡por un animal no se debe llorar! No entiendo porqué, yo desde ayer lo he intentado, lo he casi conseguido hasta que te hemos enterrado, pero desde entonces, me encuentro mal, pese a mis esfuerzos por no llorar, no lo consigo, quiero expresar, que te he querido, que te hemos querido mucho y siempre estarás en nuestro recuerdo, has sido un muy buen compañero y en tu marcha hasta las nubes te están llorando desde el mismo momento que te pusiste malito y aún sigue. ADIOS FORITO.

1 de Febrero de 2009

Caray María un año ya de aquel fatídico día, te entiendo y se lo que se siente, sabes que la nuestra murió con 17 años y la tengo enterrada en Quinzanas debajo de un Avellano.

Al cariño que se les tiene, no es si no una prolongación del que ellos tan desinteresadamente nos dan a cambio de nada….