! A los buenos días! Emiliana, Cubero. Maxi: Muchacos y muchachas trasnochadores ellos. me envían sus saludos. que, como me ronda algo: mis escusas si uno por uno no os respondo. Después viene Cubero, madrugador el. Yo no tanto (he apoyado mi cuerpo, al máximo sobre la cama, y a hora tardía, como veis, me lanzo a algún invento, por no irme de vacío.
Voy a imaginar a una chavalota, que se largó y dejaría a su desconsolado enamorado, "con el culo al aire" (! Jo... que poco romantico!) pero en el lenguaje de la calle, así se nombraría, de el tema a elaborar: Me pondré mas a tono, con lo que nos lleva. Al menos, lo voy a intentár,
DESNUDANDO EL SILENCIO.
! HAY! SERÁ PARA MAS TARDE, EL TELEFONO NO ME DEJA EN PAZ
Voy a imaginar a una chavalota, que se largó y dejaría a su desconsolado enamorado, "con el culo al aire" (! Jo... que poco romantico!) pero en el lenguaje de la calle, así se nombraría, de el tema a elaborar: Me pondré mas a tono, con lo que nos lleva. Al menos, lo voy a intentár,
DESNUDANDO EL SILENCIO.
! HAY! SERÁ PARA MAS TARDE, EL TELEFONO NO ME DEJA EN PAZ
Decíamos, que:
DESNUDANDO EL SILENCIO.
Desnudo, hoy, claramente el aire.
No hay olvido. Algo en la lejanía se levanta.
Abre abre par en par los mil balcones,
de la memoria, hacia extraviadas esperanzas.
Llovía ayer, dulzura en los trigales.
Brotaría ayer la lluvia dulce y tanta,
en amor yas la claridad de los cristales,
que me llenaría de ilusión la lluvia mansa,
venas adentro, tanto que los sauces,
me crecieron. Mujer, tu recuerdo me llamaba.
intacto, entero. Me crece aquel bosque...
y de tus besos una larga caravana.
Ramalazos de brumas, intactos permanecen:
caricias, sonoras, largas y calladas.
en el mismo arullár de las mil aves
testigos, de nuestro amor en la cañada.
Me taladran las caricias, suaves: suaves
en suspiros mas allá de mi garganta...
De mis manos, que flotaban como ánades,
sobre todo tu bellos cuerpo, que temblaba.
Y es que hoy me huele la mañana- ¿sabes?-
a aquel rumor acariciador de la cascada,
cayendo... diciendo, en clamor de dulces voces:
te acerque, arco iris, a la voz que te reclama.
Amanece el amor: hoy, tenaz me amanece,
en la lluvia del amor y atormentada,
clama por acariciarte eternamente
en el silencio, los murmullos y caricia del agua.
Desnudo el tiempo. desnudo el aire.
desnudo el suspiro que me atenaza...
Y grito: ¿mujer dime porque no vienes
a curar la herida, de esperanzas desangrada?
J. M. (LIBERTAD)
DESNUDANDO EL SILENCIO.
Desnudo, hoy, claramente el aire.
No hay olvido. Algo en la lejanía se levanta.
Abre abre par en par los mil balcones,
de la memoria, hacia extraviadas esperanzas.
Llovía ayer, dulzura en los trigales.
Brotaría ayer la lluvia dulce y tanta,
en amor yas la claridad de los cristales,
que me llenaría de ilusión la lluvia mansa,
venas adentro, tanto que los sauces,
me crecieron. Mujer, tu recuerdo me llamaba.
intacto, entero. Me crece aquel bosque...
y de tus besos una larga caravana.
Ramalazos de brumas, intactos permanecen:
caricias, sonoras, largas y calladas.
en el mismo arullár de las mil aves
testigos, de nuestro amor en la cañada.
Me taladran las caricias, suaves: suaves
en suspiros mas allá de mi garganta...
De mis manos, que flotaban como ánades,
sobre todo tu bellos cuerpo, que temblaba.
Y es que hoy me huele la mañana- ¿sabes?-
a aquel rumor acariciador de la cascada,
cayendo... diciendo, en clamor de dulces voces:
te acerque, arco iris, a la voz que te reclama.
Amanece el amor: hoy, tenaz me amanece,
en la lluvia del amor y atormentada,
clama por acariciarte eternamente
en el silencio, los murmullos y caricia del agua.
Desnudo el tiempo. desnudo el aire.
desnudo el suspiro que me atenaza...
Y grito: ¿mujer dime porque no vienes
a curar la herida, de esperanzas desangrada?
J. M. (LIBERTAD)