Bueno chicos.! Buenos días! Antes de leeros (no dudo que hay algun saludo pata mi, y esto siempre es confortable) voy a lanzar haber que cazo, esta mañana.
He soñado esta noche,! Que sueño
mas horrible!! Que cosas tan extrañas!
Amanece: me froto los ojos y siento
de contento, me gotean mil lágrimas
calientes, cayendo; rebotando en mi almohada.
Mi amor: he soñado contigo
en el campo: con amor y temor te abrazaba.
Era tarde callada de estío
y en el valle las aves cantaban...
Y amoroso en el vado el río
sus aguas rizaba.
Era un día de Mayo: los trigos
viéramos, que el viento acariciaba...
Y te dije: "mujer, es preciso
que me ausente mañana,
porque asi lo dispone el destino;
porque un alba me envía a otras albas.
! Hay!...! No sabes cuanto me dolió tu suspiro!
En el río lloraban las aguas.
Y lo verde de los juncos del río,
lágrimones gordos goteaban...
Fue tan grande tu llanto, que con mimo
tomaría en mis manos tu cara
y besé con fervor en tus labios,
y sintiera el dolor de tus lágrimas.
Y el viento, movía los olmos...
Y en suspiros se moovían las ramas
No cataba el río en el vado
Y el río y los juncos lloraban.
No creyera que fuera tan triste,
extender al camino mis alas.
No pensé, jamás que el el camino
llorara sin pausa,
Apoyé tu cabeza en mi pecho.
Una tras otra, chorreaban tus lagrimas...
Y te quise. Y me viera de mi sueño despierto,
escribiendo estos versos al alba.
He soñado esta noche,! Que sueño
mas horrible!! Que cosas tan extrañas!
Amanece: me froto los ojos y siento
de contento, me gotean mil lágrimas
calientes, cayendo; rebotando en mi almohada.
Mi amor: he soñado contigo
en el campo: con amor y temor te abrazaba.
Era tarde callada de estío
y en el valle las aves cantaban...
Y amoroso en el vado el río
sus aguas rizaba.
Era un día de Mayo: los trigos
viéramos, que el viento acariciaba...
Y te dije: "mujer, es preciso
que me ausente mañana,
porque asi lo dispone el destino;
porque un alba me envía a otras albas.
! Hay!...! No sabes cuanto me dolió tu suspiro!
En el río lloraban las aguas.
Y lo verde de los juncos del río,
lágrimones gordos goteaban...
Fue tan grande tu llanto, que con mimo
tomaría en mis manos tu cara
y besé con fervor en tus labios,
y sintiera el dolor de tus lágrimas.
Y el viento, movía los olmos...
Y en suspiros se moovían las ramas
No cataba el río en el vado
Y el río y los juncos lloraban.
No creyera que fuera tan triste,
extender al camino mis alas.
No pensé, jamás que el el camino
llorara sin pausa,
Apoyé tu cabeza en mi pecho.
Una tras otra, chorreaban tus lagrimas...
Y te quise. Y me viera de mi sueño despierto,
escribiendo estos versos al alba.