¿Os acordais de Don Gaspar, D Esaú, D Pedro, D Tomás y D Lorenzo?. Seguro que los que sois de Puertollano si que os acordareis, hoy os dejo algo que he encontrado de Historia, gacias a D Jose D. Delgado Bedmar. y se refiere al paso de D Gaspar por Puertollano:
Don Gaspar llegó a Puertollano en unos momentos bastante complicados para la vida local: tenia veintisiete años de edad cuando, en el mes de abril de 1935, fue destinado por el Obispo Prior de las Órdenes Militares, Don Narciso de Esténaga y Echevarría, a la parroquia de la Asunción. En Puertollano fue testigo de los tristes acontecimientos de julio y agosto del año siguiente, que significaron la muerte de Don Enrique García Mateos, Don Jaime Cabañero y Don Alejandro Prieto; pero Don Gaspar logró huir a su Aldea del Rey natal, en la que permaneció durante los años que duró la contienda fratricida. A su finalización, Don Gaspar volvió a Puertollano y el 8 de abril, y por propia iniciativa, reanudó el culto en la que había sido capilla de la Cruz Roja. Tras el nombramiento de Don José María Gómez como nuevo cura párroco pocos días después, Don Gaspar pasó a ser su coadjutor.
El 24 de octubre de 1942, fué nombrado director del "nuevo" Instituto de Enseñanza Media "Fray Andrés", que vino a sustituir con su enseñanza de carácter oficial al que hasta entonces había sido "extraoficial" Instituto Elemental, creado durante la Segunda República y que tenía su sede en la calle Torrecilla. Trasladado en 1958 a su actual ubicación, este instituto constituyó, durante muchos años, el escalón superior de todos los centros de enseñanza de la localidad.
Transcurridos los años, una visita pastoral a Puertollano del Obispo Don Emeterio Echevarría Barrena, en 1954, determina que el prelado constatase de primera mano que una población que por entonces rondaba ya los 50.000 habitantes no podía satisfacer todas sus necesidades espirituales con una sola parroquia, por lo que determina la creación de dos más, que se ubicarían en las zonas de mayor crecimiento de la localidad: las parroquias de la Virgen de Gracia y de San José, esta última construida "ex novo" en una plaza de las llamadas "309 viviendas".
Siendo ya Obispo Don Juan Hervás y Benet, el 29 de julio de 1956 entraban oficialmente en funcionamiento estas dos parroquias, siendo nombrado Don Gaspar Naranjo como primer cura párroco de la Virgen de Gracia. La situación que se encontró a su llegada no era muy halagüeña: tras la rápida reconstrucción, llevada a cabo en poco más de un año tras finalizar la guerra civil, la ermita de la patrona presentaba una buena situación general en cuanto al edificio se refiere, pero su situación de dependencia con respecto a la Asunción había supuesto que careciese de casi todo lo necesario para funcionar como parroquia independiente: pila bautismal, ropas litúrgicas, vasos sagrados y objetos litúrgicos, bancos y otras muchas cosas de una menor importancia. La especial veneración de que gozaba la Virgen de Gracia (a la que el Alcalde de la localidad, Don Emilio Caballero Gallardo, había impuesto el bastón de alcaldesa honoraria en la solemne función oficiada el 8 de septiembre de 1953), la ascendencia que tenía Don Gaspar después de veinte años de estancia en Puertollano, y sus denodados esfuerzos y continuadas peticiones a todos los estamentos sociales comenzaron pronto a dar sus frutos: a las anteriormente existentes Cofradías de Señoras y Caballeros se unieron pronto organizaciones como la Catequesis Parroquial, la Esclavitud del Santísimo Sacramento, las ramas de Acción Católica, el Movimiento Social de Obreros Jubilados, Cáritas Parroquial y la Junta Parroquial.
Al igual que él ayudó a Don José María Gómez en los difíciles años de la posguerra, también Don Gaspar tuvo la fortuna de contar con un sacerdote que le ayudó eficazmente en su labor en los primeros tiempos de la nueva parroquia: su coadjutor, Don Esaú de María Díaz Ramírez. La nómina de sacerdotes de la parroquia se continúa en 1969 con la llegada de Don Tomás Fernández Millán y, algunos años más tarde, con la de Don Pedro Lozano Arias, que se mantuvo en su puesto hasta la llegada en 1975 de Don Lorenzo Plaza Espadas. Por fin, tras dejar el cargo Don Gaspar Naranjo, en 1979 se incorporó a la nómina de sacerdotes Don Jesús Mayorga Privado. Todo esto no quiere decir, ni mucho menos, que, como es bien sabido, Don Gaspar Naranjo dejara de cumplir en ningún momento con sus obligaciones: próximo ya a los cien años de edad, continuó oficiando misa en su querida iglesia de la Virgen de Gracia, que en el verano de 2006 cumpliría sus bodas de oro como parroquia.
Don Gaspar llegó a Puertollano en unos momentos bastante complicados para la vida local: tenia veintisiete años de edad cuando, en el mes de abril de 1935, fue destinado por el Obispo Prior de las Órdenes Militares, Don Narciso de Esténaga y Echevarría, a la parroquia de la Asunción. En Puertollano fue testigo de los tristes acontecimientos de julio y agosto del año siguiente, que significaron la muerte de Don Enrique García Mateos, Don Jaime Cabañero y Don Alejandro Prieto; pero Don Gaspar logró huir a su Aldea del Rey natal, en la que permaneció durante los años que duró la contienda fratricida. A su finalización, Don Gaspar volvió a Puertollano y el 8 de abril, y por propia iniciativa, reanudó el culto en la que había sido capilla de la Cruz Roja. Tras el nombramiento de Don José María Gómez como nuevo cura párroco pocos días después, Don Gaspar pasó a ser su coadjutor.
El 24 de octubre de 1942, fué nombrado director del "nuevo" Instituto de Enseñanza Media "Fray Andrés", que vino a sustituir con su enseñanza de carácter oficial al que hasta entonces había sido "extraoficial" Instituto Elemental, creado durante la Segunda República y que tenía su sede en la calle Torrecilla. Trasladado en 1958 a su actual ubicación, este instituto constituyó, durante muchos años, el escalón superior de todos los centros de enseñanza de la localidad.
Transcurridos los años, una visita pastoral a Puertollano del Obispo Don Emeterio Echevarría Barrena, en 1954, determina que el prelado constatase de primera mano que una población que por entonces rondaba ya los 50.000 habitantes no podía satisfacer todas sus necesidades espirituales con una sola parroquia, por lo que determina la creación de dos más, que se ubicarían en las zonas de mayor crecimiento de la localidad: las parroquias de la Virgen de Gracia y de San José, esta última construida "ex novo" en una plaza de las llamadas "309 viviendas".
Siendo ya Obispo Don Juan Hervás y Benet, el 29 de julio de 1956 entraban oficialmente en funcionamiento estas dos parroquias, siendo nombrado Don Gaspar Naranjo como primer cura párroco de la Virgen de Gracia. La situación que se encontró a su llegada no era muy halagüeña: tras la rápida reconstrucción, llevada a cabo en poco más de un año tras finalizar la guerra civil, la ermita de la patrona presentaba una buena situación general en cuanto al edificio se refiere, pero su situación de dependencia con respecto a la Asunción había supuesto que careciese de casi todo lo necesario para funcionar como parroquia independiente: pila bautismal, ropas litúrgicas, vasos sagrados y objetos litúrgicos, bancos y otras muchas cosas de una menor importancia. La especial veneración de que gozaba la Virgen de Gracia (a la que el Alcalde de la localidad, Don Emilio Caballero Gallardo, había impuesto el bastón de alcaldesa honoraria en la solemne función oficiada el 8 de septiembre de 1953), la ascendencia que tenía Don Gaspar después de veinte años de estancia en Puertollano, y sus denodados esfuerzos y continuadas peticiones a todos los estamentos sociales comenzaron pronto a dar sus frutos: a las anteriormente existentes Cofradías de Señoras y Caballeros se unieron pronto organizaciones como la Catequesis Parroquial, la Esclavitud del Santísimo Sacramento, las ramas de Acción Católica, el Movimiento Social de Obreros Jubilados, Cáritas Parroquial y la Junta Parroquial.
Al igual que él ayudó a Don José María Gómez en los difíciles años de la posguerra, también Don Gaspar tuvo la fortuna de contar con un sacerdote que le ayudó eficazmente en su labor en los primeros tiempos de la nueva parroquia: su coadjutor, Don Esaú de María Díaz Ramírez. La nómina de sacerdotes de la parroquia se continúa en 1969 con la llegada de Don Tomás Fernández Millán y, algunos años más tarde, con la de Don Pedro Lozano Arias, que se mantuvo en su puesto hasta la llegada en 1975 de Don Lorenzo Plaza Espadas. Por fin, tras dejar el cargo Don Gaspar Naranjo, en 1979 se incorporó a la nómina de sacerdotes Don Jesús Mayorga Privado. Todo esto no quiere decir, ni mucho menos, que, como es bien sabido, Don Gaspar Naranjo dejara de cumplir en ningún momento con sus obligaciones: próximo ya a los cien años de edad, continuó oficiando misa en su querida iglesia de la Virgen de Gracia, que en el verano de 2006 cumpliría sus bodas de oro como parroquia.
Buenas noches de domingo que ya está punto de finalizar.
Yo si que recuerdo a D. Gaspar y el recuerdo que me ha dejado, no fue precisamente bueno, no dudo que hiciera buena labor, pero de la que a mi me dejó constancia fue cuando al cierre de las minas, los obreros buscaron su apoyo y en la iglesia se refugiaron, para salir de ella engañados, perseguidos y golpeados. creo recordar que en una entrevista en televisión local, de alguna forma pidió perdón, no me enteré muy bien, llegué tarde a la entrevista, pero si así fue, me parece muy loable su postura D. E. P.
D. Esaú, solo recuerdo verle con la sotana remangada y en su vespa, me parecía una persona muy peculiar, además me caía muy bien, no se porqué, pero lo veía con buenos ojos.
D. Pedro y D. Tomás, con ellos llegó un soplo de aire fresco a la parroquia, aunque poco duraron, no si se fueron o los echaron, pero a alguien les hacia mal verles en ella D, Tomás falleció muy joven aún y a D. Pedro suelo verlo como mínimo una vez al año, visitando canal 56, donde siempre llega con presentes para invitar, un detalle muy suyo, porque cuando yo era jovencilla y trabajaba donde algunos sabéis, el día de San Pedro y San Pablo, nos visitaba para invitarnos a un helado en la siempre famosa Heladería Morán, éste gesto en un sacerdote, solo lo vi, en ésta persona.
Loli, gracias por éste recuerdo a nuestra historia, sobre todo para los que nos tenemos costumbre de hacer según que lecturas, tú nos lo pones en bandeja.
Yo si que recuerdo a D. Gaspar y el recuerdo que me ha dejado, no fue precisamente bueno, no dudo que hiciera buena labor, pero de la que a mi me dejó constancia fue cuando al cierre de las minas, los obreros buscaron su apoyo y en la iglesia se refugiaron, para salir de ella engañados, perseguidos y golpeados. creo recordar que en una entrevista en televisión local, de alguna forma pidió perdón, no me enteré muy bien, llegué tarde a la entrevista, pero si así fue, me parece muy loable su postura D. E. P.
D. Esaú, solo recuerdo verle con la sotana remangada y en su vespa, me parecía una persona muy peculiar, además me caía muy bien, no se porqué, pero lo veía con buenos ojos.
D. Pedro y D. Tomás, con ellos llegó un soplo de aire fresco a la parroquia, aunque poco duraron, no si se fueron o los echaron, pero a alguien les hacia mal verles en ella D, Tomás falleció muy joven aún y a D. Pedro suelo verlo como mínimo una vez al año, visitando canal 56, donde siempre llega con presentes para invitar, un detalle muy suyo, porque cuando yo era jovencilla y trabajaba donde algunos sabéis, el día de San Pedro y San Pablo, nos visitaba para invitarnos a un helado en la siempre famosa Heladería Morán, éste gesto en un sacerdote, solo lo vi, en ésta persona.
Loli, gracias por éste recuerdo a nuestra historia, sobre todo para los que nos tenemos costumbre de hacer según que lecturas, tú nos lo pones en bandeja.