
Bueno chicos, es primavera, amanece un sol esplendido. He buscado, luna y estrellas; en ese su lenguaje silencioso me han hablado...
! QUE NOCHE, LA NOCHE AQUELLA,
cuantas estrellas, que calma
bajo el cielo a cual mas bellas
con arrobo nos miraban!
Grité amor porque lo quería.
tu dijiste que me amabas
allì en la noche encendida
y silencio que habitaba.
! que noche la de aquel día!...
Los instantes propiciaban
caricias: miles de caricias,
dulces y a compasadas.
Viajeros en tanta dicha
en las oras largas, largas:
a tu cuerpo me rendía
y de caricias te adornaba,
Te asomabas a mi vida
en caricias muy tempranas:
Ora reía la Luna
Ora la Luna cantaba...
Y te colmé de ternura
desde mi alma adelantada.
Y se acabo tu tristura
cuando en mi suspirabas.
Y te sentí dulce y pura.
Y respiré: te respiraba
sobre la hierba desnuda
en mi cuerpo arropada.
Y abandonada, vencida,
por largas caricias, largas:
! Adiós!- nos dijo la Luna
porque el Alba se asomaba.
! Que noche la de aquel día
amanecido!! Que calma!
hasta la brisa dormía...
el amanecer de un Alba.
J. M. (libertad)
! QUE NOCHE, LA NOCHE AQUELLA,
cuantas estrellas, que calma
bajo el cielo a cual mas bellas
con arrobo nos miraban!
Grité amor porque lo quería.
tu dijiste que me amabas
allì en la noche encendida
y silencio que habitaba.
! que noche la de aquel día!...
Los instantes propiciaban
caricias: miles de caricias,
dulces y a compasadas.
Viajeros en tanta dicha
en las oras largas, largas:
a tu cuerpo me rendía
y de caricias te adornaba,
Te asomabas a mi vida
en caricias muy tempranas:
Ora reía la Luna
Ora la Luna cantaba...
Y te colmé de ternura
desde mi alma adelantada.
Y se acabo tu tristura
cuando en mi suspirabas.
Y te sentí dulce y pura.
Y respiré: te respiraba
sobre la hierba desnuda
en mi cuerpo arropada.
Y abandonada, vencida,
por largas caricias, largas:
! Adiós!- nos dijo la Luna
porque el Alba se asomaba.
! Que noche la de aquel día
amanecido!! Que calma!
hasta la brisa dormía...
el amanecer de un Alba.
J. M. (libertad)