(continuación)
Susana se había despertado, y se dirigió a la ventana: la Luna, de color rojizo ponía sus besos, pálidos, sobre los campos, cubiertos de escarcha. La abuela llegaría ese mismo día. De Javier, solo sabía, que sus padres Habían acordado que el viaje a Londres, sería a principios del año que se acercaba. Se quedó dormida, abrazada a la almohada...
-! Susana, susana, despierta, la abuela está al llegar!- Era la voz de su madre, desde, el pie de la escalera.
Susana se vistió a prisa, y corrió hasta la parte trasera del jardín: En efecto, un coche aparecía por las curvas de la carretera. Poco después se detenía, frente al portalón... Era un taxí. por un instante, se sintió desolada, ella esperaba a Javier.
La abuela... solo la abuela, apareció de sus menudos pasos y Susana correría a su encuentro. "Alguna noticia, me traerá de de Javier, pensaba, cuando abuela y nieta se abrazaron.
-Espero bien que mi nieta mas hermosa, que mi nieta mas queridos, me cuente muchas cosas. Pero de eso ya tendremos tiempo. ¿Verdad querida? Tengo noticias, pero eso puede esperar, ahora vamos a ver que me dice de mis regalos, mi nieta, mi única nieta.
Susana escuchaba aturdida, lo que menos pensaba ella era en los regalos. la abuela, que había posado sus dos manos sobre los hombros de la nieta, como adivinando su impaciencia, sacó de el bolso un abultado sobre. en el que había escrito en letras firmes. EN ESTAS FIESTAS, MI PENSAMIENTO SERÁ PARA TI.
-Ya lo leerás, y... espero que me cuentes... Javier es un buen muchacho, Expreso su deseo de haber sido él el que hiciera de taxista, pero su padre precisaba el coche para su trabajo. Pero Susana, vamos a coger los paquetes y entremos, que me estoy quedando helada.
No faltó, entre algunos paquetes el árbol de navidad, que con mucho cuidado había sacado la madre de Susana, de los asientos traseros del taxi.
-! Es muy bonito! -Dijo solamente Susana
-Le adornemos como tu y yo sabemos, Susana- decía la abuela, a sabiendas de que la nieta, en quin pensaba en esos momentos era en Javier. Intuía que tenía el pensamiento repartido.
_En esas cajas hay todo lo necesario para adorna el árbol, y, en esas otras los regalos.
Brillaba el Sol, este había deshecho la escarcha, solo algunos, círculos, de esos besos fríos de las noches de invierno, quedaban bajo los árboles, o allí donde los rayos del sol no llegaban. habían desayunado, y convenido, que, pasearían después de comer, y, carretera arriba, ganar el sendero, que conduce hasta un claro del bosque, donde aún en esa época, se escucha el rumor del bosque, en esa aureola de silencio. Así transcurrió ese día. Susana a veces caminaba sola por la hierba amarillenta, mientras...
! JAVIER, JAVIER!- suspiraba- ME SINTO SOLA, MUY SOLA, EN ESTE RINCÓN QUE LA PRIMAVERA SIEMBRA DE FLORES, AHORA EN ESTE INSTANTE, SOLO ALGUNAS PALOMAS CRUZAN DE UN LADO A OTRO DEL BOSQUE... QUISIERA TENER ALAS COMO ELLAS Y VOLAR A TU LADO, EL INVIERNO DESTRUYE MUCHAS COSAS, SIN EMBARGO, TU IMAGEN JAVIER EMERGE DE EL SILENCIO. SOLO ESCUCHO EL GRITO DE ALGUNOS PÁJAROS, Y, SE ME ANTOJAN SIN TI, VOCES TRISTES...
-Es la hora de regresar- había dicho la madre, y las tres generaciones, se pusieron en marcha, desandando el camino, en aquel atardecer, en visperas de Navidad.
La cena, transcurió con alegría, y hasta se hablo de la necesidad de ir pensando, en que la abuela se reuniera, con ellos, o la conveniencia de, pasar el invierno en la ciudad, y aquella casa en el buen tiempo.
-Ya hablaremos de esto. Ahora a la cama, que mañana tendremos tarea.
La abuela acompañó a la nieta, y esta pensó en que debería confiar en la abuela aquel desasosiego que la embragaba.
-! Hasta mañana mi querida nieta!-le decía mientras la cubría con las mantas.
-! Te adoro!- había dicho susana, que se dejó arropar.
Susana tardaría en dormir. Aún no había abierto la carta. Momentos después, de que la abuela se la entregara, treparía escaleras arriba, y la posaría debajo de la almohada. Arrebujada entre sabanas, ahora la mantenía cerrada contra su pecho... "la abriré mañana, bajo el viejo olmo, donde Javier me besó-pensaba. Y las imagenes con su prima Matilde y Javier reaparecieron. Se incorporó de la cama, ante el deseo, de de mirar hacia el valle. Todo estaba oscuro. La luna asomaba su color rojizo, por encima de las columnas. Solo había alguna luz en el pueblo cercano, allí donde con su madre, compraban lo necesario. Regresó a la cama. y antes de quedarse dormida:
"ESTOY CONTIGO JAVIER, EN EL SUEÑO DE EL OTOSÑO QUE COMENZABA. MI TRISTEZA ESTÁ EN EL LAGO Y LA COLINA. QUISIERA ESTUBIVIERAS CONMIGO Y ME ARROPARAS CON TUS FUERTES BRAZOS...
El sol pálido alumbraba de nuevo los campos. se emplearon a la tarea de vestír el árbol.
- ¿Sabes que estas hecha una bella mujer. No me extraña que Javier, me visite siempre que puede, y me pregunte por tí. Tengo el recado, de que te escribirá a menudo. Esa carta, me la dio... me le encontré en el mercado, no estaba alli por casualidad. El sabe, que allí estoy muy a menudo. otras veces se acerca y me pregunta. Me acompañó hasta casa, con la compra acuestas, no permitió que yo portara nada. me hablo de que el día mas feliz de su vida., fuera el que... los tres en el campo, y que un saludo de su parte, y que la cartya, que bueno, que no te enfades, y que solo quiere para ti seas muy feliz.
El rostro de Susana, se iluminaba de felicidad, colocaba unas campanillas sobre una rama, y se le escaparon rodando por el suelo, cuando la abuela decía:
-Que te abrace muy fuerte de su parte, fueron las palabras últimas que pronunció en un tono de tristeza.
-Mamá, abuela, me voy un rato carretera abajo, hasta el arroyo... ¿No os importa?
-Sea, pero regresa pronto. Y madre he hija gruzaron una mirada de complicidad.
Minutos después estaba al pie del árbol donde un beso la hizo sentirse mujer. Acarició el
árbol, y lo miró con tristeza, porque se había desnudado de sus hojas, lo abrazó, y frente al sol, que descendía hacia el bosque, abriría no sin gran nerviosismo la carta de Javier.
"SUFRIMOS LOS DOS, SUSANA. UN DÍA ROMPEREMOS LOS CAMINOS. UN DÍA MI RUTA SERÁ LA TUTA, Y LA TUYA MÍA... SI TU LO QUIERES. nO PUEDO LIBERARME DE TU RECUERDO... AL QUE ABRAZO A CADA INSTANTE. ANSÍA EL MÍO, MI RECUERDO, HASTA QUE EL DESTINO DESATE ESTOS NUDOS QUE SE HAN FORJADO. UN DÍA GOZARÉ DE TU PRESENCIA. UN DÍA CAMINATREMOS EN EL AMOR HASTA LA ETERNIDAD DEL AMOR... SI N LIMITES. ES LO QUE MI CORAZÓN ME DICTA. ES LO QUE ME LLORA LA SEPARACIÓN. sI LLORO, LLORARÉ CONTIGO, EN LA DICHA QUE IMAGINO Y DESEO... CONTIGO, A TU LADO, MI... MAS QUE AMIGA SUSANA..."
Y la carta, decía muchas mas cosas.
Y unas lagrimas de felicidad, caerían sobre aquellas letras firmes. y sobre aquel sendero, en el que recibiera el primer beso de amor.
J. M. (continuará)
Susana se había despertado, y se dirigió a la ventana: la Luna, de color rojizo ponía sus besos, pálidos, sobre los campos, cubiertos de escarcha. La abuela llegaría ese mismo día. De Javier, solo sabía, que sus padres Habían acordado que el viaje a Londres, sería a principios del año que se acercaba. Se quedó dormida, abrazada a la almohada...
-! Susana, susana, despierta, la abuela está al llegar!- Era la voz de su madre, desde, el pie de la escalera.
Susana se vistió a prisa, y corrió hasta la parte trasera del jardín: En efecto, un coche aparecía por las curvas de la carretera. Poco después se detenía, frente al portalón... Era un taxí. por un instante, se sintió desolada, ella esperaba a Javier.
La abuela... solo la abuela, apareció de sus menudos pasos y Susana correría a su encuentro. "Alguna noticia, me traerá de de Javier, pensaba, cuando abuela y nieta se abrazaron.
-Espero bien que mi nieta mas hermosa, que mi nieta mas queridos, me cuente muchas cosas. Pero de eso ya tendremos tiempo. ¿Verdad querida? Tengo noticias, pero eso puede esperar, ahora vamos a ver que me dice de mis regalos, mi nieta, mi única nieta.
Susana escuchaba aturdida, lo que menos pensaba ella era en los regalos. la abuela, que había posado sus dos manos sobre los hombros de la nieta, como adivinando su impaciencia, sacó de el bolso un abultado sobre. en el que había escrito en letras firmes. EN ESTAS FIESTAS, MI PENSAMIENTO SERÁ PARA TI.
-Ya lo leerás, y... espero que me cuentes... Javier es un buen muchacho, Expreso su deseo de haber sido él el que hiciera de taxista, pero su padre precisaba el coche para su trabajo. Pero Susana, vamos a coger los paquetes y entremos, que me estoy quedando helada.
No faltó, entre algunos paquetes el árbol de navidad, que con mucho cuidado había sacado la madre de Susana, de los asientos traseros del taxi.
-! Es muy bonito! -Dijo solamente Susana
-Le adornemos como tu y yo sabemos, Susana- decía la abuela, a sabiendas de que la nieta, en quin pensaba en esos momentos era en Javier. Intuía que tenía el pensamiento repartido.
_En esas cajas hay todo lo necesario para adorna el árbol, y, en esas otras los regalos.
Brillaba el Sol, este había deshecho la escarcha, solo algunos, círculos, de esos besos fríos de las noches de invierno, quedaban bajo los árboles, o allí donde los rayos del sol no llegaban. habían desayunado, y convenido, que, pasearían después de comer, y, carretera arriba, ganar el sendero, que conduce hasta un claro del bosque, donde aún en esa época, se escucha el rumor del bosque, en esa aureola de silencio. Así transcurrió ese día. Susana a veces caminaba sola por la hierba amarillenta, mientras...
! JAVIER, JAVIER!- suspiraba- ME SINTO SOLA, MUY SOLA, EN ESTE RINCÓN QUE LA PRIMAVERA SIEMBRA DE FLORES, AHORA EN ESTE INSTANTE, SOLO ALGUNAS PALOMAS CRUZAN DE UN LADO A OTRO DEL BOSQUE... QUISIERA TENER ALAS COMO ELLAS Y VOLAR A TU LADO, EL INVIERNO DESTRUYE MUCHAS COSAS, SIN EMBARGO, TU IMAGEN JAVIER EMERGE DE EL SILENCIO. SOLO ESCUCHO EL GRITO DE ALGUNOS PÁJAROS, Y, SE ME ANTOJAN SIN TI, VOCES TRISTES...
-Es la hora de regresar- había dicho la madre, y las tres generaciones, se pusieron en marcha, desandando el camino, en aquel atardecer, en visperas de Navidad.
La cena, transcurió con alegría, y hasta se hablo de la necesidad de ir pensando, en que la abuela se reuniera, con ellos, o la conveniencia de, pasar el invierno en la ciudad, y aquella casa en el buen tiempo.
-Ya hablaremos de esto. Ahora a la cama, que mañana tendremos tarea.
La abuela acompañó a la nieta, y esta pensó en que debería confiar en la abuela aquel desasosiego que la embragaba.
-! Hasta mañana mi querida nieta!-le decía mientras la cubría con las mantas.
-! Te adoro!- había dicho susana, que se dejó arropar.
Susana tardaría en dormir. Aún no había abierto la carta. Momentos después, de que la abuela se la entregara, treparía escaleras arriba, y la posaría debajo de la almohada. Arrebujada entre sabanas, ahora la mantenía cerrada contra su pecho... "la abriré mañana, bajo el viejo olmo, donde Javier me besó-pensaba. Y las imagenes con su prima Matilde y Javier reaparecieron. Se incorporó de la cama, ante el deseo, de de mirar hacia el valle. Todo estaba oscuro. La luna asomaba su color rojizo, por encima de las columnas. Solo había alguna luz en el pueblo cercano, allí donde con su madre, compraban lo necesario. Regresó a la cama. y antes de quedarse dormida:
"ESTOY CONTIGO JAVIER, EN EL SUEÑO DE EL OTOSÑO QUE COMENZABA. MI TRISTEZA ESTÁ EN EL LAGO Y LA COLINA. QUISIERA ESTUBIVIERAS CONMIGO Y ME ARROPARAS CON TUS FUERTES BRAZOS...
El sol pálido alumbraba de nuevo los campos. se emplearon a la tarea de vestír el árbol.
- ¿Sabes que estas hecha una bella mujer. No me extraña que Javier, me visite siempre que puede, y me pregunte por tí. Tengo el recado, de que te escribirá a menudo. Esa carta, me la dio... me le encontré en el mercado, no estaba alli por casualidad. El sabe, que allí estoy muy a menudo. otras veces se acerca y me pregunta. Me acompañó hasta casa, con la compra acuestas, no permitió que yo portara nada. me hablo de que el día mas feliz de su vida., fuera el que... los tres en el campo, y que un saludo de su parte, y que la cartya, que bueno, que no te enfades, y que solo quiere para ti seas muy feliz.
El rostro de Susana, se iluminaba de felicidad, colocaba unas campanillas sobre una rama, y se le escaparon rodando por el suelo, cuando la abuela decía:
-Que te abrace muy fuerte de su parte, fueron las palabras últimas que pronunció en un tono de tristeza.
-Mamá, abuela, me voy un rato carretera abajo, hasta el arroyo... ¿No os importa?
-Sea, pero regresa pronto. Y madre he hija gruzaron una mirada de complicidad.
Minutos después estaba al pie del árbol donde un beso la hizo sentirse mujer. Acarició el
árbol, y lo miró con tristeza, porque se había desnudado de sus hojas, lo abrazó, y frente al sol, que descendía hacia el bosque, abriría no sin gran nerviosismo la carta de Javier.
"SUFRIMOS LOS DOS, SUSANA. UN DÍA ROMPEREMOS LOS CAMINOS. UN DÍA MI RUTA SERÁ LA TUTA, Y LA TUYA MÍA... SI TU LO QUIERES. nO PUEDO LIBERARME DE TU RECUERDO... AL QUE ABRAZO A CADA INSTANTE. ANSÍA EL MÍO, MI RECUERDO, HASTA QUE EL DESTINO DESATE ESTOS NUDOS QUE SE HAN FORJADO. UN DÍA GOZARÉ DE TU PRESENCIA. UN DÍA CAMINATREMOS EN EL AMOR HASTA LA ETERNIDAD DEL AMOR... SI N LIMITES. ES LO QUE MI CORAZÓN ME DICTA. ES LO QUE ME LLORA LA SEPARACIÓN. sI LLORO, LLORARÉ CONTIGO, EN LA DICHA QUE IMAGINO Y DESEO... CONTIGO, A TU LADO, MI... MAS QUE AMIGA SUSANA..."
Y la carta, decía muchas mas cosas.
Y unas lagrimas de felicidad, caerían sobre aquellas letras firmes. y sobre aquel sendero, en el que recibiera el primer beso de amor.
J. M. (continuará)