Es un chiste muy malo, Concepción, bonita.
Hoy una
historia verídica. Yo tenía un
amigo, Paco a quien le gustan mucho los gatos, y siempre que veía uno, su intención era cogerlo, lo que pasa que todos sabemos lo desconfiados que son estos animales.
Cuando yo era niño por la zona donde vivía
Paseo de las Delicias, había una señora que llevaba un
carro, tirado por un burro, y encima varias cajas de
pescado. Paraba en un lugar y empezaba a vender, cuando dejaba de acudir gente, volvía a desplazarse
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