! Hola Victoria! Preciosa la poesía. Me gusta ese estilo de rima, lo cultive mucho tiempo. te reconduce en el tema a tratar.
Es para releerla. Lo que tengo en mente y medio engendrada, va por ahí... solo que la encaminaré a lo dramático... digo. Cuando este en ello me margará el rumbo.
Saludaré a todos, una vueltecita y será para mas tarde.! Ya es un ardua tarea, responder uno por uno!
Abrazos.
Es para releerla. Lo que tengo en mente y medio engendrada, va por ahí... solo que la encaminaré a lo dramático... digo. Cuando este en ello me margará el rumbo.
Saludaré a todos, una vueltecita y será para mas tarde.! Ya es un ardua tarea, responder uno por uno!
Abrazos.
Buenos dias Libertad un feliz domingo
Se que te saldra algo precioso, siempre lo haces
Disfruta del dia
Un abrazooooooooooooooooo
A LA MITAD DEL CAMINO
Un buen dìa memorable
cuando menos lo esperaba,
entre el ir y venir
con pasos agigantados,
algunos que otros taciturnos
se presentò el amor ante mì
con toda la sencillez del mundo,
dejando una huella poderosa e inerte,
a la mitad del camino de mi vida.
No me estorbò en mi andar rutinario,
casi sagrado;
acostumbrado ya a la espera
del amor que anhelaba
y que por temporadas pensaba
se esfumaba y no pasaba,
aunque estuviese estacionado
a la mitad del camino de mi vida.
Pero ese buen dìa llegò
y con el continuar de otros,
que sumaron semanas y màs meses,
la alegrìa de vivir reviviò
y con màs fortaleza
me empeñè en proseguir mi ruta trazada
hasta el infinito de ese camino;
acompañado en este viaje
con el baùl repleto de amor
y la direcciòn encaminada a la felicidad
sin tener que volver a detenerme
a la mitad del camino de mi vida.
Julio Enrique Cepero
Se que te saldra algo precioso, siempre lo haces
Disfruta del dia
Un abrazooooooooooooooooo
A LA MITAD DEL CAMINO
Un buen dìa memorable
cuando menos lo esperaba,
entre el ir y venir
con pasos agigantados,
algunos que otros taciturnos
se presentò el amor ante mì
con toda la sencillez del mundo,
dejando una huella poderosa e inerte,
a la mitad del camino de mi vida.
No me estorbò en mi andar rutinario,
casi sagrado;
acostumbrado ya a la espera
del amor que anhelaba
y que por temporadas pensaba
se esfumaba y no pasaba,
aunque estuviese estacionado
a la mitad del camino de mi vida.
Pero ese buen dìa llegò
y con el continuar de otros,
que sumaron semanas y màs meses,
la alegrìa de vivir reviviò
y con màs fortaleza
me empeñè en proseguir mi ruta trazada
hasta el infinito de ese camino;
acompañado en este viaje
con el baùl repleto de amor
y la direcciòn encaminada a la felicidad
sin tener que volver a detenerme
a la mitad del camino de mi vida.
Julio Enrique Cepero