! Hola! ¿de que hablamos, hoy, en este día de bochorno y entre nubes? Que os parece si me traslado a los 20, ya con muchos pelos en la cara a ocuparme todos los días?
Quiero creer., que esto es así, quiero pensar, que remo en una barca en La Casa de Campo, o el el Retiro, al lado de una mozuela, desconfiada, los primeros instantes, pero que mi tesón y...! hombre, pues... ya había perdido aquella timidez de mis l8, y como presumo de lo poco que soy, si puedo permitirme, que en poco tiempo había adquirido valentía, hacia aquello que me atraía.
pues bien, desde esta "broma" que se me aproxima en ocasiones, desnudando recuerdos: navego. Navego y a veces me sorprendo yo mismo, como se sorprenden algunos de aquellos, de mi mal genio a veces, y de lo sentimental y cariñoso que puedo ser.! Que viejo presumido!! Que no hombre que no, que hemos quedado en que hoy tengo 2o años!
¿Que no queréis que os cuente como eran mis 20 años? pues me callo y hablo de mis tres cuartos de siglo... Y sino de las dos cosas lo mas breve posible.
Pues si, aquella mocita de un pueblo de Madrid, costó mucho a mis dotes de convencer, que el mundo estaba vacío, que aquella tarde, en que la pedií u8n beso estaba vacía, para mi, sino daba satisfaccvión a los deseos que me vibraban! claro que se hizo rogar, y... claro que yo ya sabía que el ruiseñor de sus labios acabaría trinando en medio del lago, en aquella tarde de verano.
Que luego bajo aquel árbol que nos protegía de aquel Sol que hacia sudar, se convertiría en testigo, de hechos que llegan a su tiempo, en un despertar de cosas nuevas.
Pero dejemos aquí aquellas memorias. Dejemos allí sobre la hierba, a aquel muchacho aprendiz en el amor, y aquella chiquilla, que me dio lo que sería tal vez, su primen beso... y poco mas. Todo hay que decirlo: y poco mas.
Pero no, mis amigos. Soy aquel niño a veces, otras aquel muchacho, que no negaba a sus instintos lo que estos `pedían... soy el niño y el muchacho a ratos. ¿Que estoy loco? Tal vez. pero desde mis abundantes canas, a veces me gusta regresar a aquellas locuras, que como decía Bequer, son como unas golondrinas que regresan en el recuerdo.
pero habíamos quedado en que tengo mas de tres cuartos de siglo, que no he sido, ni niño, ni muchacho ni mozalbete aburrido, y que mas tarde, tampoco lo soy siempre... como tampoco del todo alegre... cuando abrazo recuerdos tristes. cuando paso delante de la puerta del triste o cuando este también triste pasa a mi lado. me ha gustado simpre y e gusta que mi compañera pasee conmigo, cogidos de la mano, y aunque baile aún peor que yo, si se tercia, bailar con ella. tengo mi cuerpo maltrecho por toda clase de golpes, pero estoy muy convencido de su buena cura. se que he amado y que aún me queda, y sobre todo, quiero pensar que tengo amigos y amigas, que en encuentro u otras formas de encuentros, los quiero lo suficiente para que me importen... No bebo y si paseo el humo de mi cigarro procurando de no molestar. Y... me conmueve recordar los amigos y amigas que se han quedado en el camino a los que solo les invito en el recuerdo. Tuve algún dolorcillo... y tengo, de vez en cuando recuerdo de otros que no son físicos.
Y como aquñí se habla de peliculas buenas o malas: algunas hay que aún me regresan del ayer, y aún me gustan las de indios y vaqueros. mero sobre todo aquellas de amores tristes. A veces, tengo ojos risueños y otras de mirada fija en un mudo, donde caminan toda clase de personas, entre estas las incomprendidas. Rengo muchos reproches para algunos seres humanos, y me quedan sonrisas para aquel que las precise, y... no espero a que me las reclame de palabra, pues a poco de una charla, se que yo necesito, su charla como le otro u otra precisa de la mía.
Seguramente, en este momento, mi inseparable, me esté lavando una camisa, porque es una de esas mujeres, que se siente realizada, de igual manera que yo si aprieto este u el otro tornillo. Como sabe igualmente, que salgo mi madre y no tanto tiempo como ahora a algunos hijos, y que desde los l4 años esas cosillas me las pagué o realicé yo mismo. Quiero decir esos trabajos que en otros tiempos eran reservados para las mujeres (plancha, lavado, manejo de la sartén y otros) no ha influido pe nada que haya haya lesionado mis ojos y mis deseos de posar estos en una mujer una mujer y tratar esta como tal.
Como habéis tenido la paciencia de llegar hasta aquí, a solo cuatro palabras
encontraréis el abrazo de hoy-
Quiero creer., que esto es así, quiero pensar, que remo en una barca en La Casa de Campo, o el el Retiro, al lado de una mozuela, desconfiada, los primeros instantes, pero que mi tesón y...! hombre, pues... ya había perdido aquella timidez de mis l8, y como presumo de lo poco que soy, si puedo permitirme, que en poco tiempo había adquirido valentía, hacia aquello que me atraía.
pues bien, desde esta "broma" que se me aproxima en ocasiones, desnudando recuerdos: navego. Navego y a veces me sorprendo yo mismo, como se sorprenden algunos de aquellos, de mi mal genio a veces, y de lo sentimental y cariñoso que puedo ser.! Que viejo presumido!! Que no hombre que no, que hemos quedado en que hoy tengo 2o años!
¿Que no queréis que os cuente como eran mis 20 años? pues me callo y hablo de mis tres cuartos de siglo... Y sino de las dos cosas lo mas breve posible.
Pues si, aquella mocita de un pueblo de Madrid, costó mucho a mis dotes de convencer, que el mundo estaba vacío, que aquella tarde, en que la pedií u8n beso estaba vacía, para mi, sino daba satisfaccvión a los deseos que me vibraban! claro que se hizo rogar, y... claro que yo ya sabía que el ruiseñor de sus labios acabaría trinando en medio del lago, en aquella tarde de verano.
Que luego bajo aquel árbol que nos protegía de aquel Sol que hacia sudar, se convertiría en testigo, de hechos que llegan a su tiempo, en un despertar de cosas nuevas.
Pero dejemos aquí aquellas memorias. Dejemos allí sobre la hierba, a aquel muchacho aprendiz en el amor, y aquella chiquilla, que me dio lo que sería tal vez, su primen beso... y poco mas. Todo hay que decirlo: y poco mas.
Pero no, mis amigos. Soy aquel niño a veces, otras aquel muchacho, que no negaba a sus instintos lo que estos `pedían... soy el niño y el muchacho a ratos. ¿Que estoy loco? Tal vez. pero desde mis abundantes canas, a veces me gusta regresar a aquellas locuras, que como decía Bequer, son como unas golondrinas que regresan en el recuerdo.
pero habíamos quedado en que tengo mas de tres cuartos de siglo, que no he sido, ni niño, ni muchacho ni mozalbete aburrido, y que mas tarde, tampoco lo soy siempre... como tampoco del todo alegre... cuando abrazo recuerdos tristes. cuando paso delante de la puerta del triste o cuando este también triste pasa a mi lado. me ha gustado simpre y e gusta que mi compañera pasee conmigo, cogidos de la mano, y aunque baile aún peor que yo, si se tercia, bailar con ella. tengo mi cuerpo maltrecho por toda clase de golpes, pero estoy muy convencido de su buena cura. se que he amado y que aún me queda, y sobre todo, quiero pensar que tengo amigos y amigas, que en encuentro u otras formas de encuentros, los quiero lo suficiente para que me importen... No bebo y si paseo el humo de mi cigarro procurando de no molestar. Y... me conmueve recordar los amigos y amigas que se han quedado en el camino a los que solo les invito en el recuerdo. Tuve algún dolorcillo... y tengo, de vez en cuando recuerdo de otros que no son físicos.
Y como aquñí se habla de peliculas buenas o malas: algunas hay que aún me regresan del ayer, y aún me gustan las de indios y vaqueros. mero sobre todo aquellas de amores tristes. A veces, tengo ojos risueños y otras de mirada fija en un mudo, donde caminan toda clase de personas, entre estas las incomprendidas. Rengo muchos reproches para algunos seres humanos, y me quedan sonrisas para aquel que las precise, y... no espero a que me las reclame de palabra, pues a poco de una charla, se que yo necesito, su charla como le otro u otra precisa de la mía.
Seguramente, en este momento, mi inseparable, me esté lavando una camisa, porque es una de esas mujeres, que se siente realizada, de igual manera que yo si aprieto este u el otro tornillo. Como sabe igualmente, que salgo mi madre y no tanto tiempo como ahora a algunos hijos, y que desde los l4 años esas cosillas me las pagué o realicé yo mismo. Quiero decir esos trabajos que en otros tiempos eran reservados para las mujeres (plancha, lavado, manejo de la sartén y otros) no ha influido pe nada que haya haya lesionado mis ojos y mis deseos de posar estos en una mujer una mujer y tratar esta como tal.
Como habéis tenido la paciencia de llegar hasta aquí, a solo cuatro palabras
encontraréis el abrazo de hoy-
Si Libertad, yo también encontré ese abrazo dejado al final de tu relato, relato que acabo de leer con deleite, a veces me he sonreído, otras hasta me he emocionado, como en el último párrafo y es que no todos comprenden que se pueda ser feliz en algunas circunstancias y tu lo has dicho bien, ella se siente bien haciendo unas tareas para quien quiere, como del mismo modo utilizas tus manos como currante que fuiste siempre, eso pasa mucho en casa, hoy precisamente, mi marido me gastaba una broma diciendo que menudos yernos encontró mi padre, yo rápida estuve, igual que mi hermana (la teníamos al teléfono) en decirle que nuestras suegras tampoco se quejaron mucho, ya ves, simples anécdotas, también lo que ya dije alguna vez, yo les cuido y ellos a mi, cada uno aporta cuanto puede o sabe…..
Bueno que me gustó miraras atrás y recordaras aquel joven de 20 años, quizá eso te mantenga el espíritu joven, que no dudo tienes. Feliz fin de semana y otro abrazo para ti también.
Bueno que me gustó miraras atrás y recordaras aquel joven de 20 años, quizá eso te mantenga el espíritu joven, que no dudo tienes. Feliz fin de semana y otro abrazo para ti también.