Ya lo creo es una alegría y grande, pero como siempre tiene que haber el tono jocoso, ésta tarde nos hemos reído aquí en
casa, mi marido me contaba que un minero no quería salir, entonces he pensado "ya está a éste pobre hombre se le fué la pinza, después de tantos días encerrado" y me aclara mi marido que no es eso, más bien teme el salir porque fuera le esperan dos mujeres, la propia y "la otra".
Bueno, pues lo importante es que salgan ya, sanos y salvo, del resto ya se encargará cada uno es
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