La primer noche que he pasado nuevamente en el hospital cuidando a mi madre, durante esa larga noche y cuando el alba queria comenzar a despuntar, llegaron a mi cabeza una serie de pensamientos, pensamientos que fui garabateando en un papel y de esos garabatos salio lo que os voy a dejar a continuación... Amparo Puerto... para ti que insististe tantas veces y para TODOS....
SILLONES DE HOSPITAL
Largas noches se suceden
en sillones de hospital,
donde los seres queridos
luchan con la enfermedad.
Luces que alumbran pasillos,
timbres sin parar de sonar,
de los zuecos se escucha el sonido
por deprisa quererlos parar.
Ventana, fiel compañera,
que sirve de distración
y te acerca los sonidos
que vienen del exterior.
Los pájaros con sus trinos
los buenos dias te dan,
y al que sufre en la cama
le llevan un poco de paz.
La noche trae el silencio
y también la oscuridad,
que da paso a la mañana
y a un nuevo despertar.
Despertar siempre a la vida
y luchar con ilusión,
por vencerle la partida
a ese mal que llegó.
Pero en una larga noche
en un sillón de hospital,
una mirada se apaga
que amanecer no verá.
Se fué siguiendo el alba
y esa estela de paz,
que le indicaba el camino
para la luz alcanzar.
No va solo, le acompañan,
le vinieron a buscar
las personas que le quieren
y una mano le darán.
Por eso es la sonrisa
que se llevan al marchar,
es la sonrisa alegre
de quien ya no sufrirá.
Pero todo no es silencio
en las salas de hospital,
porque muchas otras vidas
la batalla ganarán.
Volverán pronto a sus casas
a la paz de su hogar,
donde hasta el culo descansa
y asi su vida continuar.
Loli Gómez
SILLONES DE HOSPITAL
Largas noches se suceden
en sillones de hospital,
donde los seres queridos
luchan con la enfermedad.
Luces que alumbran pasillos,
timbres sin parar de sonar,
de los zuecos se escucha el sonido
por deprisa quererlos parar.
Ventana, fiel compañera,
que sirve de distración
y te acerca los sonidos
que vienen del exterior.
Los pájaros con sus trinos
los buenos dias te dan,
y al que sufre en la cama
le llevan un poco de paz.
La noche trae el silencio
y también la oscuridad,
que da paso a la mañana
y a un nuevo despertar.
Despertar siempre a la vida
y luchar con ilusión,
por vencerle la partida
a ese mal que llegó.
Pero en una larga noche
en un sillón de hospital,
una mirada se apaga
que amanecer no verá.
Se fué siguiendo el alba
y esa estela de paz,
que le indicaba el camino
para la luz alcanzar.
No va solo, le acompañan,
le vinieron a buscar
las personas que le quieren
y una mano le darán.
Por eso es la sonrisa
que se llevan al marchar,
es la sonrisa alegre
de quien ya no sufrirá.
Pero todo no es silencio
en las salas de hospital,
porque muchas otras vidas
la batalla ganarán.
Volverán pronto a sus casas
a la paz de su hogar,
donde hasta el culo descansa
y asi su vida continuar.
Loli Gómez
precioso loli, lo que as escrito me gusta, es toda la verdad de lo que en un hospital se vive, tanto si vamos de acompañante como si es para nosotros, hay y que decir de las ventanos, mirando se nos pasa el tiempo,, en resumidas cuentas muy bonito loli