ENTRE NUBES
Fuera ayer: vi te crecían
nubes en tu cielo amarillo:
se apago el sol, sentí tal frío
que sentía mi alma rota y aterida.
Cuanta espina: cuanta espina
clavaste aque ayer en mi camino
cuanta rosa deshojada cuanto lirio
se murió aquella tarde atardecida.
Y es que antes de ayer, había
pájaros cantando en sus nidos
Y es que ayer, brotaron espinos
en mi campo y crecían y crecían.
El cielo obscureció, amor: llovía
como nunca jamás hubo llovido
en aquel campo a mirar entristecido
desde el alma, su mirada herida.
Te ibas alba: larga y ancha umbría
se acostó por todo el campo mío.
Llovió: llovía y a mas dolor mi río
arrastró las pocas flores que crecían.
Tronó una voz en la mañana amanecida
en el viento y del viento mil gemidos
de un adiós a mas triste y definitivo
a penar en el valle tan triste agonía.
! Adiós! se repitió la voz a mas crecida
por todo el ancho de mi praderío.
! Adiós! repetía el viento de su silbo
repetido en ecos por todas las colinas.
Eso fue ayer, mujer, cuando aún había
luz a mas amor-! Ah ancho campo mío
primaveral- nació y creció el olvido
al instante que en la senda te perdías.
libertad.
Fuera ayer: vi te crecían
nubes en tu cielo amarillo:
se apago el sol, sentí tal frío
que sentía mi alma rota y aterida.
Cuanta espina: cuanta espina
clavaste aque ayer en mi camino
cuanta rosa deshojada cuanto lirio
se murió aquella tarde atardecida.
Y es que antes de ayer, había
pájaros cantando en sus nidos
Y es que ayer, brotaron espinos
en mi campo y crecían y crecían.
El cielo obscureció, amor: llovía
como nunca jamás hubo llovido
en aquel campo a mirar entristecido
desde el alma, su mirada herida.
Te ibas alba: larga y ancha umbría
se acostó por todo el campo mío.
Llovió: llovía y a mas dolor mi río
arrastró las pocas flores que crecían.
Tronó una voz en la mañana amanecida
en el viento y del viento mil gemidos
de un adiós a mas triste y definitivo
a penar en el valle tan triste agonía.
! Adiós! se repitió la voz a mas crecida
por todo el ancho de mi praderío.
! Adiós! repetía el viento de su silbo
repetido en ecos por todas las colinas.
Eso fue ayer, mujer, cuando aún había
luz a mas amor-! Ah ancho campo mío
primaveral- nació y creció el olvido
al instante que en la senda te perdías.
libertad.
Buenas tardes Juan, ese levante a echar el cigarrillo cuando coincidimos por otro lado, veo que llevaba consigo algunas musas adheridas y de ello brotaron unos bellos versos, estos que termino de leerte..
muchos besos que seguro suavizan el frio del dia
muchos besos que seguro suavizan el frio del dia