Luz ahora: 0,10999 €/kWh
! A los buenos días, caballeros y damas! Rabioso el viento frío y enardecido, se estrella sobre esta ventana que algunos conocéis, me dispongo al desafío en ests mañana desdibujada. No hay nada de mágico en el viento, si veo que es soberano de las nubes que arrastra sin compasión. No saldrá victorioso... en mi afán de corregir unos poemas que esperan acostados sobre el tablero.
Mientras esto pensad que os deseo un buen día-
Y BUSQUÉ UNA MADRUGADA
Entre hierba seca en prados
y mil flores apagadas
vi que amaneció un ocaso:
retumbaban sus pisadas
a lo largo del sendero
de la tarde que acababa.
! Adiós rumor de los cuerpos
sobre la hierba aplastada!
-Voces de viento: lamentos
retumbando en las cañadas.
Por rendijas de recuerdos
se asoman, pálidas y amargas
las lucecillas del tiempo
en relojes que se paran...
allí en la hierba del prado
donde ella estuvo acostada
antes que crecieran cardos
y ortigas en su ventana:
antes de silencios largos
entre flores deshojadas.
! Adiós tibieza de abrazos!
Adiós a Lunas doradas!
Sonó el lamento de pájaros
en la tarde que avanzaba.
hace tanto, tato tiempo
que apenas me duele el alma.
Creció viento tan amargo
que hasta olvidé sus palabras,
de tanta espina en mi pecho
dolorosas, muy clavadas...
Y porque lunas de hielo
de aquel amor se burlaban.
cerré los ojos y luego
busque nuevas madrugadas.
libertad.
Mientras esto pensad que os deseo un buen día-
Y BUSQUÉ UNA MADRUGADA
Entre hierba seca en prados
y mil flores apagadas
vi que amaneció un ocaso:
retumbaban sus pisadas
a lo largo del sendero
de la tarde que acababa.
! Adiós rumor de los cuerpos
sobre la hierba aplastada!
-Voces de viento: lamentos
retumbando en las cañadas.
Por rendijas de recuerdos
se asoman, pálidas y amargas
las lucecillas del tiempo
en relojes que se paran...
allí en la hierba del prado
donde ella estuvo acostada
antes que crecieran cardos
y ortigas en su ventana:
antes de silencios largos
entre flores deshojadas.
! Adiós tibieza de abrazos!
Adiós a Lunas doradas!
Sonó el lamento de pájaros
en la tarde que avanzaba.
hace tanto, tato tiempo
que apenas me duele el alma.
Creció viento tan amargo
que hasta olvidé sus palabras,
de tanta espina en mi pecho
dolorosas, muy clavadas...
Y porque lunas de hielo
de aquel amor se burlaban.
cerré los ojos y luego
busque nuevas madrugadas.
libertad.
Hola buenos días amigo Juan, yo también os deseo un buen día tanto a Paloma como a tí por aquí tenemos una mañana soleada pero con un poco de frio, gracias amigo por regalarnos esta bonita poesia un fuerte abrazo
