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Os diré muchachos que me amanece muchas veces el niño que llevo dentro Una vez mas se acerca a saludaros.
EL COMETA.
Porque venía de soledad entre dunas... sin un árbol, sin un pájaro, sin una flor, a visitar por una mariposilla, una vez en la isla salió de madrugada al el silencio del alba; gran parte de la ciudad aún dormía. El la playa, "un niño madrugador," viera a otro niño, empeñado en elevar un cometa, por fin lo logrí y el cometa trepaba y trepaba tan alto como las montañas. No se porqué pero el día no se le antojó vacío, tal vez porque se sentió mas niño que nunca.
El juguete jugaba con el viento. El viento jugaba con el cometa. Sobre la playa un niño sujetaba el hilo, que le unía, con vete a saber que sueños.
Era la madrugada de un día de reyes: de esto hace mas de medio siglo. Sin duda el corazón latía a ritmo a celerado, a jugar por los gritos de alegría...
-! Mama, mamá, mira, está tocando el cielo!
-! Si hijo, si seguramente está muy cerca de papa...-dijo una mujer joven, mientras me miraba, sin duda pensando que la inocencia de los niños se cre todo lo que dicen los mayores. Y continuó. Sin duda la noche pasada acompañó a los reyes magos, se acercó mientras dormías, y regresó con ellos mas allá de aquellas nubes pintadas de colores.
El cometa pedía mas altura, pero no había mas cuerda, pareciere quisiera explorar las profundidades del cielo... y que darse en el silencio de las alturas.
El hombre madrugador y solitario miraba y miraba. Solo un niño y una mujer vigilante a cuanto hacía el pequeño... El viajero pensaba que él también tenía una madre en alguna parte... sin duda, allá en lo alto, las rafagas de viento eran mas fuertes, tensaban la cuerda. El cometa que pareciera mas diminuto, pero mas rebelde, oscilaba de un lado para otro, como queriendo escapar de la cuerda que le unía a las manos del niño, que de pronto, cayó sobre la arena, siendo arrastrado por ella pero sin soltar el cometa. De bruces sobre la arena el niño reía y reia, como rien los niños cuando son felices.. La madre a grandes zancadas corría hacia el niño, pero el viajero, ya había tomado el hilo, tras el grito de! Suéltalo hijo, suéltalo! Pero el niño no quiso soltar su preciado tesoro, y viendo que el viajero de la playa, lo acercaba poco a poco cendiendo la rebeldía del cometa que pareciere decir adiós a algo de sus giros a derecha e izquierda...
-! Gracias señor! Era mi regalo de reyes ¿sabe?- decía al viajero mientras se sacudía la arena, que se habçía pegado a sus ropas nuevas.
La mujer también daría las gracias y respiraba tranquila, mientras niño y viajero, jugaban con el cometa.
-Seguramente, allá arriba hay muchos niños que quisieran jugar con el cometa: decía el viajero, mientras hacía oscilar a cometa, que parecía querer esconderse entre las nubes de colores.
-Seguramente!-había también respondido la mujer, ignorando que el viajero pensaba que también fue niño... uno de esos niños que nunca tienen juguetes. Y dijo:
- ¿Sabes pequeño, yo fui pequeño, hace ya mucho tiempo y un día fui premiado, porque me apliqué y aprendía a leer...
-Ha sido un buen niño y por eso le he premiado- dijo la mujer.
-! Yo quisiera ser cometa y trepar hasta allá arriba, y se quedó mirando al viajero, y dijó de pronto, mientras sus vivos ojos recorrían el ropaje del viajero.
-Pero usted... pero usted... ¿usted habrá estado alguna vez alla arriba ¿Que se siente?
-Paz y silencio-respondió el viajero
- ¿Y que hay allá arriba?- Insistió el pequeño.
-Alla ariba... Alla arriba, hay lo que tu quieres ver, algunas veces hasta alas blancas, como de angeles, que se acercaran entre nubes. Pienso que vigilan a los niños y si son buenos toman nota para que san Pedro escriba en su libro grande... tal o tal niño merece ser recompensado.
- ¿Y todos los niños reciben recompensa?
- Pues verás... no. no igual todos los niños, pero eso ya lo entenderás cuando crezcas. El viajero y la mujer se miraron.
En esta que el cometa había alganzado su máxima altura, y pedía mas y mas. estaba muy cerca del sol y casi tocaba las nubes de colores. se había quedado quieto de proto, u mirando el niño al viajero, quiso saber:
- ¿Por que se ha quedado quieto?
-Pues verás... eso es que está hablado con los ángeles de alas blancas.... pero mira, ya se mueve, no esta diciendo que le traigamos a la tierra.
Y las manos del viajero y del niño, tiraron y tiraron de la cuerda, hasta que el cometa quedaría quieto a sus pies...
El viajero: nuestro viajero, despertó de pronto: todo había sido un sueño. Se había quedado dormido. Algunos turistas de piel pálida la poblaban, mientras otros con piel tostada, descansaban o se bañaban...
-Una mujer joven, con un niño de la mano, se alejaba, playa adelante, con un cometa bajo el brazo... ¿sueño o realidad.
libertad.
EL COMETA.
Porque venía de soledad entre dunas... sin un árbol, sin un pájaro, sin una flor, a visitar por una mariposilla, una vez en la isla salió de madrugada al el silencio del alba; gran parte de la ciudad aún dormía. El la playa, "un niño madrugador," viera a otro niño, empeñado en elevar un cometa, por fin lo logrí y el cometa trepaba y trepaba tan alto como las montañas. No se porqué pero el día no se le antojó vacío, tal vez porque se sentió mas niño que nunca.
El juguete jugaba con el viento. El viento jugaba con el cometa. Sobre la playa un niño sujetaba el hilo, que le unía, con vete a saber que sueños.
Era la madrugada de un día de reyes: de esto hace mas de medio siglo. Sin duda el corazón latía a ritmo a celerado, a jugar por los gritos de alegría...
-! Mama, mamá, mira, está tocando el cielo!
-! Si hijo, si seguramente está muy cerca de papa...-dijo una mujer joven, mientras me miraba, sin duda pensando que la inocencia de los niños se cre todo lo que dicen los mayores. Y continuó. Sin duda la noche pasada acompañó a los reyes magos, se acercó mientras dormías, y regresó con ellos mas allá de aquellas nubes pintadas de colores.
El cometa pedía mas altura, pero no había mas cuerda, pareciere quisiera explorar las profundidades del cielo... y que darse en el silencio de las alturas.
El hombre madrugador y solitario miraba y miraba. Solo un niño y una mujer vigilante a cuanto hacía el pequeño... El viajero pensaba que él también tenía una madre en alguna parte... sin duda, allá en lo alto, las rafagas de viento eran mas fuertes, tensaban la cuerda. El cometa que pareciera mas diminuto, pero mas rebelde, oscilaba de un lado para otro, como queriendo escapar de la cuerda que le unía a las manos del niño, que de pronto, cayó sobre la arena, siendo arrastrado por ella pero sin soltar el cometa. De bruces sobre la arena el niño reía y reia, como rien los niños cuando son felices.. La madre a grandes zancadas corría hacia el niño, pero el viajero, ya había tomado el hilo, tras el grito de! Suéltalo hijo, suéltalo! Pero el niño no quiso soltar su preciado tesoro, y viendo que el viajero de la playa, lo acercaba poco a poco cendiendo la rebeldía del cometa que pareciere decir adiós a algo de sus giros a derecha e izquierda...
-! Gracias señor! Era mi regalo de reyes ¿sabe?- decía al viajero mientras se sacudía la arena, que se habçía pegado a sus ropas nuevas.
La mujer también daría las gracias y respiraba tranquila, mientras niño y viajero, jugaban con el cometa.
-Seguramente, allá arriba hay muchos niños que quisieran jugar con el cometa: decía el viajero, mientras hacía oscilar a cometa, que parecía querer esconderse entre las nubes de colores.
-Seguramente!-había también respondido la mujer, ignorando que el viajero pensaba que también fue niño... uno de esos niños que nunca tienen juguetes. Y dijo:
- ¿Sabes pequeño, yo fui pequeño, hace ya mucho tiempo y un día fui premiado, porque me apliqué y aprendía a leer...
-Ha sido un buen niño y por eso le he premiado- dijo la mujer.
-! Yo quisiera ser cometa y trepar hasta allá arriba, y se quedó mirando al viajero, y dijó de pronto, mientras sus vivos ojos recorrían el ropaje del viajero.
-Pero usted... pero usted... ¿usted habrá estado alguna vez alla arriba ¿Que se siente?
-Paz y silencio-respondió el viajero
- ¿Y que hay allá arriba?- Insistió el pequeño.
-Alla ariba... Alla arriba, hay lo que tu quieres ver, algunas veces hasta alas blancas, como de angeles, que se acercaran entre nubes. Pienso que vigilan a los niños y si son buenos toman nota para que san Pedro escriba en su libro grande... tal o tal niño merece ser recompensado.
- ¿Y todos los niños reciben recompensa?
- Pues verás... no. no igual todos los niños, pero eso ya lo entenderás cuando crezcas. El viajero y la mujer se miraron.
En esta que el cometa había alganzado su máxima altura, y pedía mas y mas. estaba muy cerca del sol y casi tocaba las nubes de colores. se había quedado quieto de proto, u mirando el niño al viajero, quiso saber:
- ¿Por que se ha quedado quieto?
-Pues verás... eso es que está hablado con los ángeles de alas blancas.... pero mira, ya se mueve, no esta diciendo que le traigamos a la tierra.
Y las manos del viajero y del niño, tiraron y tiraron de la cuerda, hasta que el cometa quedaría quieto a sus pies...
El viajero: nuestro viajero, despertó de pronto: todo había sido un sueño. Se había quedado dormido. Algunos turistas de piel pálida la poblaban, mientras otros con piel tostada, descansaban o se bañaban...
-Una mujer joven, con un niño de la mano, se alejaba, playa adelante, con un cometa bajo el brazo... ¿sueño o realidad.
libertad.
Buenas tardes Juan, ya sabiamos que algo bueno saldria de esa cabecita y veo que no me equivoqué, aqui esta este cometa que bien pudiera ser sueño o bien realidad como tu dices, pero es precioso, una bonita historia para el niño
Un abrazo
Un abrazo
