Y lo poco que cuesta levantarse temprano en el
campo para hacer las faenas, después en las ciudades parece que nos ponen cola de contacto en las sabanas…venga ese abrazo..
No es lo mismo, Cubero, ir al
campo que salir a la plazoleta. No es lo mismo, respirar olor a
flores y escuchar el canto de los pájaros, que oler a gasolina y escuchar el autobus. ¡Como no se te van a pegar las sábanas!