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y como ahora lo proximo y mas cercano es el santo Voto, dejaré dos relatos escritos para ese dia y por dos personas distintas....
SANTO VOTO
Se entretejen la historia y la leyenda
en la trama y urdimbre del misterio,
desde el tiempo lejano que desvela
los acordes de tétrico silencio
sellado por la muerte rencorosa
que desata su ronco sortilegio
con su traje bubónico de peste
y regueros de mustios crisantemos.
Qué desgarro en el cuenco del destino,
qué cúmulo de sombras aquel tiempo.
Puertollano fue entonces un abismo,
un ingente y sombrío cementerio
que exigía a la vida su alcabala,
su tributo de horror y desconsuelo
como herida de sangre irrestañable
que la muerte sitiaba con su cerco.
Ha llegado a nosotros como el llanto
impregnado en moléculas del viento:
exterminio y dolor en cangilones
y coplas que son gritos der aquel eco
oculto entre la niebla de los siglos,
heredado en las crónicas del pueblo,
tradición arraigada firmemente
con raices de fe, de sentimientos.
Sobrevivieron a tan negro trance
trece familias, trece, florilegio
de un pueblo maltratado por la muerte
y que vuelve a erigirse como un templo
sellando la promesa ante la Virgen
de ofrecer a los pobres alimento:
carne de trece vacas cada año
que redima la angustia del hambriento.
Y la historia, testigo imperturbable,
ha recogido el acontecimiento
que en el tiempo presente se prolonga
como rito de amor, desde el venero
de un tiempo derrotado en soledades
al amor de la Madre floreciendo.
El jueves posterior a la Ascensión
sacrificio de reses, llega el tiempo
de cumplir puntualmente la promesa
que Puertollano lleva en sus cimientos,
y tan fiel como el sol al nuevo día
se celebra el sagrado ofrecimiento.
En la humana riada de la vida
Puertollano renueva, firme credo,
el voto que esculpiera para siempre
en la esencia serena de su aliento,
cual poema de amor irrepetible
y un aroma estelar entre sus versos.
Y la Virgen sonríe como rosa
en el mes de los líricos ensueños.
El pueblo que responde a sus raices
e inmortaliza vivos los recuerdos
está tejiendo ccon amor la historia
y levantando al hombre un monumento.
Yo quiero alzar mi voto más ferviente
para verte erigido en tus anhelos,
por tu futuro sólido y propicio
por tu futuro de esperanza pleno
donde firme la paz sus credenciales
y la vida propague sus renuevos.
LUIS GARCÍA PÉREZ
SANTO VOTO
Se entretejen la historia y la leyenda
en la trama y urdimbre del misterio,
desde el tiempo lejano que desvela
los acordes de tétrico silencio
sellado por la muerte rencorosa
que desata su ronco sortilegio
con su traje bubónico de peste
y regueros de mustios crisantemos.
Qué desgarro en el cuenco del destino,
qué cúmulo de sombras aquel tiempo.
Puertollano fue entonces un abismo,
un ingente y sombrío cementerio
que exigía a la vida su alcabala,
su tributo de horror y desconsuelo
como herida de sangre irrestañable
que la muerte sitiaba con su cerco.
Ha llegado a nosotros como el llanto
impregnado en moléculas del viento:
exterminio y dolor en cangilones
y coplas que son gritos der aquel eco
oculto entre la niebla de los siglos,
heredado en las crónicas del pueblo,
tradición arraigada firmemente
con raices de fe, de sentimientos.
Sobrevivieron a tan negro trance
trece familias, trece, florilegio
de un pueblo maltratado por la muerte
y que vuelve a erigirse como un templo
sellando la promesa ante la Virgen
de ofrecer a los pobres alimento:
carne de trece vacas cada año
que redima la angustia del hambriento.
Y la historia, testigo imperturbable,
ha recogido el acontecimiento
que en el tiempo presente se prolonga
como rito de amor, desde el venero
de un tiempo derrotado en soledades
al amor de la Madre floreciendo.
El jueves posterior a la Ascensión
sacrificio de reses, llega el tiempo
de cumplir puntualmente la promesa
que Puertollano lleva en sus cimientos,
y tan fiel como el sol al nuevo día
se celebra el sagrado ofrecimiento.
En la humana riada de la vida
Puertollano renueva, firme credo,
el voto que esculpiera para siempre
en la esencia serena de su aliento,
cual poema de amor irrepetible
y un aroma estelar entre sus versos.
Y la Virgen sonríe como rosa
en el mes de los líricos ensueños.
El pueblo que responde a sus raices
e inmortaliza vivos los recuerdos
está tejiendo ccon amor la historia
y levantando al hombre un monumento.
Yo quiero alzar mi voto más ferviente
para verte erigido en tus anhelos,
por tu futuro sólido y propicio
por tu futuro de esperanza pleno
donde firme la paz sus credenciales
y la vida propague sus renuevos.
LUIS GARCÍA PÉREZ
