Este es el segundo relato que os he dicho os dejaria en esta mañana y antes de lanzarme a la calle a hacer algunas cosas, hace ya un tiempo que se hizo, pero quiero compartirlo con todos vosotros...
EL SANTO VOTO
Proyección cristiana a través de los siglos
Puertollano renueva hoy por seiscientas catorce vez la promesa que trece de sus hijos, únicos supervivientes de la terrible peste que azotando a toda Europa se ensañó en la existencia de los sencillos habitantes de aquel pequeño Puertollano sembrando la desolación y la muerte en todos sus hogares hasta dejar reducido a trece sus cerca de cinco mil vecinos.
Sobre lo que fué aquel primitivo Valle de las Encinas, que barrió la convulsión sísmica para dar paso al periodo permocarbónico, engendrador de la hulla, fueron construidas sus primeras casas por los parajes conocidos actualmente con los nombres de La Higuera y Arroyos Malos, luego abandonadas por la contaminación de sus aguas, para levantarlas después al abrigo de los pétreos guardianas de Santa Ana y de San Sebastián. Pueblo de azaroso destino sujeto a los incesantes vaivenes de las guerras entre moros y cristianos, pueblo de paso de tropas regulares y mercenarias, refugio de huídos y desertores que robaban e incendiaban escarneciendo a sus ancianos y a sus niños y doncellas, y sobre toda esa panorámica de castigos incesantes, se crea el valor de una raza, de una estirpe noble y cristiana, guerrera y caritativa, cuyas raices se mantienen inconmovibles a través de los siglos.
Entre la leyenda y la historia nuestros abuelos nos legan su testamento de sacrificios, de nobleza y de fe. El pueblo de labriego, tejedor y encajero, que borda para Isabel de Valois su más primorosa mantilla, recibiendo a cambio el título de Villa junto con el airoso escudo de campo de gules y barra de plata de la casa de los Austrias, el pueblo de las dulces leyendas de la Peña Encantada y de la milagrera de Nuestra Señora del Enebro, nos deja entre el deber y el honor de ser iguales que ellos, esta sacrosanta renovación del día del santo Voto celebrando el desposorio de la Virgen.
El capote de la historia, flameando a través de los siglos no pudo falsear, ni mucho menos hacer olvidar, el cumplimiento del legado. El hombre de nuestros tiempos trata en vano de mistificar la razón de estas efemérides, pero su desenfadado intento es a través de los años totalmente nulo al estrellarse en la fe, en la emoción que los puertollanenses ponen en la renovación anual del Santo Voto.
----------------
En la mañana de ayer y a las once tuvo lugar, primeramente una solemnisima función religiosa en la iglesia de Nuestra Señora de Gracia, cuyos mutros fueron levantados en 1486, en ocasión del segundo azote de la peste que invadiendo Andalucía empezó a enseñorearse de Puertollano nuevamente, cesando sus estragos tan pronto se señaló el lugar donde había de levantarse el templo, cuya construccion terminó en 1489
Seguidamente se procedió a la bendición de la comida del Santo Voto, y más tarde al reparto del mismo
BLAS ADÁNEZ JURADO "ANEZDA"
EL SANTO VOTO
Proyección cristiana a través de los siglos
Puertollano renueva hoy por seiscientas catorce vez la promesa que trece de sus hijos, únicos supervivientes de la terrible peste que azotando a toda Europa se ensañó en la existencia de los sencillos habitantes de aquel pequeño Puertollano sembrando la desolación y la muerte en todos sus hogares hasta dejar reducido a trece sus cerca de cinco mil vecinos.
Sobre lo que fué aquel primitivo Valle de las Encinas, que barrió la convulsión sísmica para dar paso al periodo permocarbónico, engendrador de la hulla, fueron construidas sus primeras casas por los parajes conocidos actualmente con los nombres de La Higuera y Arroyos Malos, luego abandonadas por la contaminación de sus aguas, para levantarlas después al abrigo de los pétreos guardianas de Santa Ana y de San Sebastián. Pueblo de azaroso destino sujeto a los incesantes vaivenes de las guerras entre moros y cristianos, pueblo de paso de tropas regulares y mercenarias, refugio de huídos y desertores que robaban e incendiaban escarneciendo a sus ancianos y a sus niños y doncellas, y sobre toda esa panorámica de castigos incesantes, se crea el valor de una raza, de una estirpe noble y cristiana, guerrera y caritativa, cuyas raices se mantienen inconmovibles a través de los siglos.
Entre la leyenda y la historia nuestros abuelos nos legan su testamento de sacrificios, de nobleza y de fe. El pueblo de labriego, tejedor y encajero, que borda para Isabel de Valois su más primorosa mantilla, recibiendo a cambio el título de Villa junto con el airoso escudo de campo de gules y barra de plata de la casa de los Austrias, el pueblo de las dulces leyendas de la Peña Encantada y de la milagrera de Nuestra Señora del Enebro, nos deja entre el deber y el honor de ser iguales que ellos, esta sacrosanta renovación del día del santo Voto celebrando el desposorio de la Virgen.
El capote de la historia, flameando a través de los siglos no pudo falsear, ni mucho menos hacer olvidar, el cumplimiento del legado. El hombre de nuestros tiempos trata en vano de mistificar la razón de estas efemérides, pero su desenfadado intento es a través de los años totalmente nulo al estrellarse en la fe, en la emoción que los puertollanenses ponen en la renovación anual del Santo Voto.
----------------
En la mañana de ayer y a las once tuvo lugar, primeramente una solemnisima función religiosa en la iglesia de Nuestra Señora de Gracia, cuyos mutros fueron levantados en 1486, en ocasión del segundo azote de la peste que invadiendo Andalucía empezó a enseñorearse de Puertollano nuevamente, cesando sus estragos tan pronto se señaló el lugar donde había de levantarse el templo, cuya construccion terminó en 1489
Seguidamente se procedió a la bendición de la comida del Santo Voto, y más tarde al reparto del mismo
BLAS ADÁNEZ JURADO "ANEZDA"