¡Uy! te marchaste mientras yo escribía, claro, tardé mucho en escribir, pues tuve que ir y venir, mientras escribía, bueno quería decirte, ¿quieres algo para el pueblo? jejej dicen que llueve, pero parece tenemos paraguas.
Buenos días María, por lo que veo te tenemos en nuestro pueblo, estube ayer con tu padre y al preguntar por la familia, me dijo que seguramente venías.
Ya ves el día que tenemos de lluvia, pero esto es lo que pedimos y es una suerte que llueva así de bién, aunque el aire es más bién frio.
No sé si serà posible que podamos vernos ya que tus viajes son relámpagos, para mí sería una alegría, haber si luego puedo hablar contigo.
Besos.
Ya ves el día que tenemos de lluvia, pero esto es lo que pedimos y es una suerte que llueva así de bién, aunque el aire es más bién frio.
No sé si serà posible que podamos vernos ya que tus viajes son relámpagos, para mí sería una alegría, haber si luego puedo hablar contigo.
Besos.
Hola Enriqueta, así es, estamos en nuestro querido pueblo, ésta mañana me dijo mi marido que llovía y decidí permanecer donde para nada me mojaba, más tarde y como el reloj no suelo utilizarlo mucho, hemos venido a comer a las 4 de la tarde, eso sí, pensando veníamos algo tarde y que serian las 3, resulta que el reloj de la cocina de casa seguía con la hora antigua, ya te puedes imaginar los abuelos como nos recibieron jejej. que si no eran horas de comer, que si era de merendar y digo yo, que mas da comer a una hora o a otra, la cuestión es comer cuando se tiene hambre y punto. Bueno Enriqueta ya ves, te he largado el rollo sin venir a cuenta. Y tú, como lo llevas? hace ya mucho no sabemos nada de ti, eso sí, tan pronto bajé del coche anoche, me contó mi padre que te había visto y la charla. Los abuelos imagino seguirán como siempre verdad? unas veces más fuertes y otras con sus bajones, los nietos como corresponde, siempre estarán en ascenso y espero puedas disfrutar de ellos siempre que puedas. Un beso.
Ay María, mira que no poner el reloj en la hora actual, claro después los AMIGOS Máximo y Manuela, seguro que hasta risas les causó el olvido…
ja, ja, risas dice, me hicieron volver a la juventud mirándose el reloj y eso que ellos ya habian comido.....