hasta mañana amigos, sigo dejando las antorchas, espero que tambien den calor a José Antonio para que no desfallezca y ojala esta luz sea tambien una luz que brille para el con una respuesta positiva y que le devuelva la alegria y las ganas de seguir luchando
He mirado por la comarca, lanza digital y la tribuna y al igual que ayer nada dicen sobre la manifestación de apoyo que ayer se llevó a cabo con José Antonio..
pues veras, esta mañana tambien estuve buscando por la comarca, la tribuna y lanza pero nada de nada, suerte que encontre en miciudadreal. es y vienen acompañando al articulo 3 fotografias, he estado tentada de poner una por aqui diciendo de donde la tomaba pero no me atrevi luego, la tengo en mi escritorio; el articulo dice asi....
JOSÉ ANTONIO GIMENEZ RECIBE EL CARIÑO DE LOS PUERTOLLANEROS: "VUESTRO APOYO ES MI ALIMENTO "
Santos G. Monroy - 21 junio, 2012 – 23:51
Santos G. Monroy.- El aire vibró con respeto y cariño dentro del círculo formado este jueves por unas 250 personas que han alimentado con su apoyo a José Antonio Giménez Giménez, el ciudadano de Puertollano que se mantiene en huelga de hambre desde el pasado domingo. José Antonio, de 56 años de edad, sin trabajo desde hace dos años y a punto de consumir su prestación por desempleo, reclama “trabajo y dignidad”, un rescate para sí mismo y para la sociedad, “frente al rescate bancario”.
Unas 250 personas han tejido este círculo de la solidaridad con José Antonio, convocado por miembros de la Plataforma por el Futuro de Puertollano y del 15-M de la provincia.
El gran collar humano desplegado a los pies de la Concha de la Música ha tomado proporciones catedralicias, y no sólo por su tamaño: el silencio y las velas encendidas colmaban el ambiente de trascendencia y cariño. Tras el silencio, el grito unánime: “Estamos con Pepe”.
“Vuestro apoyo es mi alimento”, repetía José Antonio a las decenas de vecinos y amigos que se acercaban para interesarse por su estado y darle ánimos. Muchos no compartían su decisión de iniciar una huelga de hambre, pero todos se mostraban comprensivos, e incondicionalmente a su lado. Quizá José Antonio no haya estado más ahíto en su vida de “alimento espiritual”, como gusta de decir.
José Antonio, que sólo ingiere líquidos, está bien físicamente. Demacrado por los días de ayuno y las noches de insomnio al cobijo de su tienda de campaña, pero muy animoso. Cada dos días es revisado por una enfermera, y hasta la fecha no tiene problemas de salud.
Está convencido de que su esfuerzo no es vano. Insiste en que no quiere limosnas. Sólo un trabajo que le permita vivir con dignidad, y algo que para él es igual de importante: “que los gestores públicos y la sociedad en general tomen conciencia de dónde hemos llegado, que recuperen la ilusión por cambiar las cosas, por coger las riendas de su futuro”.
Ayer, en la Concha de la Música, muchos consideraban a José Antonio como un caballero de la dignidad, una especie de eremita de la esperanza y la ilusión. La esperanza… A pesar de todo, la esperanza en los demás es lo que mantiene a José Antonio más vivo que nunca.
JOSÉ ANTONIO GIMENEZ RECIBE EL CARIÑO DE LOS PUERTOLLANEROS: "VUESTRO APOYO ES MI ALIMENTO "
Santos G. Monroy - 21 junio, 2012 – 23:51
Santos G. Monroy.- El aire vibró con respeto y cariño dentro del círculo formado este jueves por unas 250 personas que han alimentado con su apoyo a José Antonio Giménez Giménez, el ciudadano de Puertollano que se mantiene en huelga de hambre desde el pasado domingo. José Antonio, de 56 años de edad, sin trabajo desde hace dos años y a punto de consumir su prestación por desempleo, reclama “trabajo y dignidad”, un rescate para sí mismo y para la sociedad, “frente al rescate bancario”.
Unas 250 personas han tejido este círculo de la solidaridad con José Antonio, convocado por miembros de la Plataforma por el Futuro de Puertollano y del 15-M de la provincia.
El gran collar humano desplegado a los pies de la Concha de la Música ha tomado proporciones catedralicias, y no sólo por su tamaño: el silencio y las velas encendidas colmaban el ambiente de trascendencia y cariño. Tras el silencio, el grito unánime: “Estamos con Pepe”.
“Vuestro apoyo es mi alimento”, repetía José Antonio a las decenas de vecinos y amigos que se acercaban para interesarse por su estado y darle ánimos. Muchos no compartían su decisión de iniciar una huelga de hambre, pero todos se mostraban comprensivos, e incondicionalmente a su lado. Quizá José Antonio no haya estado más ahíto en su vida de “alimento espiritual”, como gusta de decir.
José Antonio, que sólo ingiere líquidos, está bien físicamente. Demacrado por los días de ayuno y las noches de insomnio al cobijo de su tienda de campaña, pero muy animoso. Cada dos días es revisado por una enfermera, y hasta la fecha no tiene problemas de salud.
Está convencido de que su esfuerzo no es vano. Insiste en que no quiere limosnas. Sólo un trabajo que le permita vivir con dignidad, y algo que para él es igual de importante: “que los gestores públicos y la sociedad en general tomen conciencia de dónde hemos llegado, que recuperen la ilusión por cambiar las cosas, por coger las riendas de su futuro”.
Ayer, en la Concha de la Música, muchos consideraban a José Antonio como un caballero de la dignidad, una especie de eremita de la esperanza y la ilusión. La esperanza… A pesar de todo, la esperanza en los demás es lo que mantiene a José Antonio más vivo que nunca.
