SUPLICA FINAL DEL MINERO
Eras tú el mozo apuesto,
rosal en vena, maridado, joven
de savia y como de carbones hecho
de la mina. Tenías,
cual todos los hermanos, bicicleta
casi nueva, carbura
y casco, un patio de geranios, tiesos
como tú, rojos-sangre,
y una mujer, Consuelo.
Un día colgada al cuello le dijo:
"Eres padre..." ¡Que beso
sonó en la tarde! Los geranios rojos
gestáronse de nuevo.
Camino de Santa María canta
y silba el minero.
El minero no va a Misa el domingo,
mas reza lo que sabe.
¡Oh que cerca, Señor de Ti, y qué lejos!
Otro dia, buen Dios...
En el pozo el minero no cantaba.
Rezaba el Padrenuestro.
De pronto todo el aire se incendió.
(la mina es un infierno
para el carbón del cuerpo, que se parte)
El minero reza, dice lo que sabe:
"Madre, hijo, Consuelo,
Puertollano rezadme.
Otra vez: Paderenuestro...."
MARIANO MONDEJAR SOTO
Eras tú el mozo apuesto,
rosal en vena, maridado, joven
de savia y como de carbones hecho
de la mina. Tenías,
cual todos los hermanos, bicicleta
casi nueva, carbura
y casco, un patio de geranios, tiesos
como tú, rojos-sangre,
y una mujer, Consuelo.
Un día colgada al cuello le dijo:
"Eres padre..." ¡Que beso
sonó en la tarde! Los geranios rojos
gestáronse de nuevo.
Camino de Santa María canta
y silba el minero.
El minero no va a Misa el domingo,
mas reza lo que sabe.
¡Oh que cerca, Señor de Ti, y qué lejos!
Otro dia, buen Dios...
En el pozo el minero no cantaba.
Rezaba el Padrenuestro.
De pronto todo el aire se incendió.
(la mina es un infierno
para el carbón del cuerpo, que se parte)
El minero reza, dice lo que sabe:
"Madre, hijo, Consuelo,
Puertollano rezadme.
Otra vez: Paderenuestro...."
MARIANO MONDEJAR SOTO